En una postura que seguramente es la más dura contra el primer ministro judío, Benjamin Netanyahu que se ha hecho entre la clase política de Estados Unidos desde el comienzo de la guerra con Hamás el 7 de octubre pasado, ellíder de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer, acusó al primer ministro israelí de ser un obstáculo para lograr la paz en Gaza.
Más claro, ni el agua. Netanyahu es el principal responsable del ataque palestino de hace más de 5 meses, y busca mantenerse en el cargo
El legislador demócrata estadounidense pidió la celebración de elecciones para reemplazarlo, al señalar que el país hebreo corre el riesgo de convertirse en un "paria".
Schumer manifestó ante el pleno del Senado norteamerlcano que "la coalición de Netanyahu ya no se adapta a las necesidades de Israel después del 7 de octubre. El mundo ha cambiado radicalmente desde entonces y el pueblo israelí está siendo asfixiado por una visión de Gobierno estancada en el pasado".
El líder demócrata en la cámara alta y primer judío en ser líder de la mayoría en el Senado, sostuvo que Netanyahu es uno de "los mayores obstáculos para la paz" junto con Hamás, la ultraderecha israelí y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas.
Para el congresista, el primer ministro israelí "ha perdido el rumbo al poner su supervivencia política como una prioridad", rodearse de ministros de extrema derecha y tolerar el elevado número de víctimas en Gaza, provocando que "el apoyo a Israel a nivel mundial esté en mínimos históricos".
Resaltó que "unas nuevas elecciones son la única manera de facilitar un proceso de toma de decisiones sano y abierto sobre el futuro de Israel".
En cambio, el eterno y octogenqrio líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, criticó la petición que hizo Schumer csñorocsmsl de un hecho "sin precedentes", pues "de ninguna manera podemos tratar así a otras democracias", olvidando que el gobierno israelí ja buscado en los últimos años controlar el poder judicial para influir en sus decisiones, añgo que tieneiy poco de democrático.
Para McConnell, el Partido Demócrata es "antiisraelí", crítica que lanza en pleno proceso electoral.
El partido Likud, al que pertenece Netanyahu, respondió que Israel no es "una república bananera” y que las políticas del primer ministro cuentan con amplio respaldo ciudadano, al cual, por cierto, le están siminosrrsmso la información del conflicto que autoriza el régimen judío y su ejército.
"A diferencia de lo que dijo Schumer, el público israelí apoya la victoria total sobre Hamas, rechaza cualquier dictado internacional para establecer un estado terrorista palestino, y se opone al regreso de la Autoridad Palestina a Gaza”, dice Likud en un comunicado.
De la matanza de palestinos y el genocidio, los israelíes saben poco y de esto no opina nada el Likud, como tampoco de la resolución de Naciones Unidas, que desde hace décadas autorizó la creación del estado palestino, añgp que Isrsel ha impedido lo mismo poredoos diplomáticos que militares
