Tres días después de haber sido extraditado a Estados Unidos, Ovidio Guzmán López, hijo del excapo sinaloense Joaquín Guzmán Loera alias “El Chapo”, se declaró inocente de los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y otros cargos por los que requerido por las autoridades judiciales de Chicago. Guzmán López, alias "Ratón", fue extraditado 5 meses después de que se dieran a conocer las actas de acusación en contra de él y sus hermanos, “Los Chapitos”. Ovidio se presentó ante la jueza federal de distrito Sharon Johnson Coleman portando el ropaje naranja de los reclusos y con grilletes en los tobillos, para escuchar durante 15 minutos la lectura de cargos resguardado por un importante contingente de seguridad, y se declaró inocente mediante un intérprete. El mafioso, de 33 años de edad y respondió las preguntas de la jueza con suavidad y cortesía, una muy diferente a la que se ganó como parte de los líderes del cartel de Sinaloa. El hijo de "El Chapo" fue capturado en enero pasado por fuerzas de seguridad a las afueras de Culiacán, en un operativo de madrugada que derivó en en balaceras que dejaron saldo de 30 muertos, entre ellos 10 elementos de las fuerzas armadas. "Ratón" ya había sido detenido en una ocasión dentro de Culiacán y a plena luz del día, pero el gobierno federal decidió soltarlo ante la posibilidad de una reacción violenta de los delincuentes Las actas de acusación contra los "Chapitos" señalan que su meta era producir grandes cantidades de fentanilo y venderlas al menor precio posible, cosa que los Guzmánopez negaron en una carta. Coleman preguntó a Guzmán López si tomaba medicamentos, y el narcotraficante respondió que sí, para tratar su depresión, ansiedad y una enfermedad estomacal. Entre los cargos contra Guzmán López, algunos implican cadena perpetua, como el de asociación delictuosa para importar drogas y asociación delictuosa para distribuirlas, así como el de participar en una empresa ilegal como líder,
La próxima audiencia fue programada el 17 de noviembre. (AP)
