La empresa norteamericana OpenAI, la empresa que impactó alindo de la tecnología con su herramienta ChatGPT, dió a conocer un nuevo modelo de inteligencia artificial que tiene la capacidad de concebir prototipos en 3D a partir de una descripción escrita.
Se trata de Shap-E, cuyas características tienen el posibilidad de cambiar el panorama de muchas y diversas industrias, como la de arquitectura y diseño de interiores.
Sus creadores, Heewoo Jun y Alex Nichol, resaltan en un artículo que "cuando se entrenan en un conjunto de datos 3D y de texto emparejados, nuestros modelos resultantes son capaces de generar activos 3D complejos y diversos en cuestión de segundos".
Para probar el alcance de Shap-E, compartieron varios ejemplos, y escribieron cosas como "una silla que luzca como un aguacate", un "pingüino", un "tazón de vegetales", un "avión que parezca un banano", entre otros, y compartieron las imágenes arrojadas por el sistema.
Las representaciones no solo son de de rápida respuesta, sino que cuentan con bordes más suaves, sombras más claras y están menos pixeladas que Point-E, el modelo antecesor.
Jun y Nichol precisan en su estudio que no requiere de imágenes de referencia o representaciones gráficas, tiene una funcionalidad cada vez más avanzada y "alcanza calidades de muestra comparables o mejores a pesar de modelar una dimensión más alta".
Shap-E esta aún en etapa de investigación, pero ya ofrece a sus usuarios tanto la posibilidad de crear un objeto en 3D escribiendo un mensaje de texto, como la de exportarlos a otras aplicaciones e imprimirlos.
Hoy día, producir este tipo de objetos requiere experiencia en el uso de programas de 'software' especializados, pero la nueva herramienta simplificaría y aceleraría los procesos de producción de piezas, figuras y objetos.
Los expertos que desarrolla esta Inteligencia Artificial generativa advierten que, sin una validación o pruebas de seguridad adecuadas, la producción de objetos reales puede presentar riesgos latentes.
