La familia de la Nobel de la Paz iraní Narges Mohammadi, inicia este domingo una huelga de hambre, justo el día en el que se llevaría a cabo en Oslo la ceremonia de entrega del premio.
Está acción de Narges el día en el que es galardonada, intenta solidarizarse con la persecución que sufre la minoría religiosa bahaí en Irán, donde peamece en prisión.
El anuncio se realizó en una rueda de prensa en el Instituto Nobel la víspera de la ceremonia de entrega del premio de la Paz, que Mohammadi recibió este año por su lucha en defensa de los derechos de las mujeres iraníes.
Según su esposo, Taghi Rahmani, en esta conferencia de medios en la que también estuvieron sus hijos Ali y Kiana, todos exiliados en Francia, la decisión de este nuevo ayuno obedece a la falta de libertad religiosa en el país asiático.
De acuerdo con Rahmani, "la discriminación ha sido institucionalizada en Irán, el régimen es una teocracia, es el clero quien nos gobierna”.
La religión bahaí, considerada herejía por los musulmanes, fue fundada en el siglo XIX por un clérigo chií iraní, y en la actualidad la profesan cerca de 6 millones de personas en más de 200 países.
En Irán, viven unos 300 mil bahaís, que denuncian persecución religiosa, encarcelamiento y ejecuciones por parte del régimen, una acusación que niegan las autoridades.
Mohammadi ya había realizado una huelga de hambre de 3 días en noviembre pasado para protestar por la falta de cuidados médicos en prisión y el uso obligatorio del velo islámico, después de que se le impidió ir a un hospital para someterse a una revisión porque no quiso usar un hiyab.
La activista iraní de 51 años, cumple una pena de cárcel de 10 años en la prisión de Evin de Teherán por “la difusión de propaganda contra el Estado” y lleva años entrando y saliendo de prisiones iraníes.
Ante la negativa del gobierno iraní a liberar a Mohammadi, su padre y sus hijos anunciaron que estarían hoy en el Ayuntamiento de Oslo para recibir el Nobel de la Paz en su lugar. (Efe)
