"No será un gringo quien me dé órdenes", declara Lula
- Información 25
- 18 jul
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El discurso del presidente brasileño Luis Ignacio Lula da Silva hacia el gobierno de Estados Unidos se sigue endureciendo.
Así sucedió desde la celebración de la cumbre de los BRICS en el país sudamericano, cuando Lula criticó la política comercial del presidente convicto Donald Trump, y como respuesta, el republicano amenazó al grupo con aranceles del 10%.
El lenguaje de plano escaló cuando días después, Trump salió en defensa del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, quien se encuentra sometido a proceso por posible implicación en un intento de golpe de estado en 2022 y anunció la aplicación de aranceles de 50% a Brasil.
Desde entonces, el tono de los señalamientos de Lula hacia la Casa Blanca se ha enfurecido más, y durante el 60 Congreso de la Unión Nacional de Estudiantes celebrado el jueves en Goiânia, dijo que no aceptará órdenes de extranjeros.
"No será un gringo quien le dé órdenes a este presidente de la República", declaró Lula ante la algarabía de los asistentes.
El mandatario precisó que su Gobierno está llevando a cabo negociaciones con firmeza, bajo el liderazgo del vicepresidente Geraldo Alckmin y el canciller Mauro Vieira.
En tono humorístico, comparó la situación con un juego de cartas: "Hay que saber blufear, pero también saber mostrar las cartas".
Lula defendió la labor de la Justicia brasileña, y dijo que "si Trump viviera en Brasil e intentara hacer en Brasil lo que hizo en el Capitolio, ciertamente iba a ser juzgado y podría estar preso", aludiendo al asalto al Congreso estadounidense el 6 de enero de 2021.
Por otro lado, y en entrevista con la cadena CNN, estableció que "si el presidente Trump está dispuesto a tomar en serio las negociaciones en curso entre Brasil y Estados Unidos, estaré abierto a negociar lo que sea necesario. Pero lo importante es que la relación entre ambos países no puede continuar así".
Respecto a las negociaciones, recalcó que si bien está abierto a conversar y también defenderá sin fisuras los intereses del pueblo brasileño.
"Brasil debe cuidar de Brasil y de su pueblo, y no preocuparse por los intereses de otros. Brasil no aceptará nada impuesto. Aceptamos la negociación, no la imposición", aseguró Lula.











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