La crisis en Ucrania y la invasión rusa en ese país, dejó en segundo plano lo ocurrido en Naciones Unidas, donde, durante la reunión mensual del Consejo de Seguridad sobre Medio Oriente, el embajador palestino ante la ONU, utilizó un cubrebocas con la leyenda “acabar el apartheid”, acusando a Israel de aplicar el “apartheid” de muchas maneras.
La acusación fue respondida por el embajador israelí , quien acusó a la Autoridad Palestina de repetir unas denuncias que “promueven el odio, la incitación, la violencia y el terror”.
El representante palestino Riyad Mansour calificó de “apartheid” las medidas israelíes entre las que destacó el negar a palestinos expulsados hace 70 años el derecho de regresar, leyes diferentes para palestinos y colonos israelíes, así como restricciones a las tierras donde los palestinos pueden vivir y construir.
Mansour señaló que en enero pasado el embajador israelí Gilad Erdan llevó una piedra a la sala del Consejo de Seguridad para que los miembros vieran la violencia que enfrentan los israelíes, y respondió diciendo que lamentaba mucho, que “las puertas de esta sala no admiten a los aviones F16, tanques, buques de guerra, jeeps militares, drones, bombas y misiles israelíes”.
Indicó que el Consejo de Seguridad quizás no está dispuesto a usar la palabra “apartheid”, pero que esa ha sido la realidad de los palestinos, y si Israel se indigna ante el uso del término, “todos los demás deberían indignarse ante esa política”.
Por su parte, el israelí Erdan arremetió contra la Comisión Investigadora del Consejo de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y otros defensores de los derechos humanos por lanzar una “guerra yihad contra la única democracia vital en el Medio Oriente”.
A su juicio, los informes recientes de estos organismos “han intentado manchar a Israel con denuncias absurdas y acusaciones odiosas”., y agregó que “ustedes pueden ver la campaña que ha comenzado aquí hoy en la mascarilla de mi contraparte”.
El debate en la reunión mensual del Consejo de Seguridad sobre el Medio Oriente muestra una vez más el abismo de posturas entre Israel y los palestinos y la enorme dificultad para poner fin a décadas de conflicto mediante una solución de 2 Estados.
