El cuerpo diplomático mexicano que se encontraba en Quito regresó el domingo a México, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador decidiera romper las relaciones con el régimen de Ecuador a raíz del allanamiento a la embajada de nuestro país en esa nación sudamericana.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, acudió a recibirlos y dijo en conferencia de prensa que elementos de seguridad de Ecuador entraron con lujo de violencia a la Embajada de México en Quito el pasado 5 de abril, lo cual es un "hecho lamentable".
"Esto es algo inédito", expresó Bárcena, y precisó que "esto es algo que nunca, nunca en la historia reciente de América Latina había sucedido, ni en las peores épocas de las dictaduras, ni el propio dictador Pinochet se atrevió nunca a violar la embajada de México en Chile".
La canciller apuntó que "es una situación sin precedentes y por lo tanto, nosotros de acuerdo a la Convención de Viena, nos sentimos francamente ultrajados porque fue violada flagrantemente la inmunidad de la embajada y del personal diplomático".
A su vez, la hoy ex embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur Smeke, sostuvo que el pueblo ecuatoriano es noble, y ve a México como "la Patria grande", al tiempo que calificó de errónea, la decisión del presidente Daniel Noboa de ordenar el asalto a la embajada mexicana en Quito.
Serur aseguró que "el presidente Noboa se equivocó al tomar una decisión que no solo rompe con todo lo establecido por las convenciones internacionales, sino que implica el desconocimiento de la realidad de su pueblo".
Más aún, puntualizó que lo hecho por el gobierno de Noboa en la embajada de México fue un "atropello" que la actual administración ecuatoriana "todavía no puedo dimensionar", y aseguró que el pueblo de Ecuador no se merece el Gobierno que tiene actualmente.
"Es un gobierno que improvisa, que desconoce el arte de la política y el buen gobierno. Que desconoce la importancia del asilo y su importancia como institución en la vida diplomática de México y de América Latina. No entienden que un Estado pueda proteger y salvaguardar la vida de una persona sin juzgar si es inocente o culpable. No conocen su propia historia", denunció la diplomática.
