No tendría que pedir eso si tuviera su conciencia tranquila tras enviar a su ejército a bombardear ciudades en Gaza
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió a quienes llamó "líderes del mundo libre", a impedir que la Corte Penal Internacional dicte órdenes de detención contra funcionarios israelíes por sus crímenes de guerra en la Franja de Gaza.
Mas de 34 mil palestinos muertos, entre quienes hay miles de niños, mujeres y adultos mayores, son el resultado de la guerra lanzada por el gobierno judío contra los islamistas de Hamás desde el pasado 7 de octubre. El delito, ser palestinos, no militantes de Hamás.
Según el derechista de premier hebreo, una decisión así por parte de la Corte, sería un "escándalo de proporciones históricas" y de "crimen de odio antisemita sin precedentes".
Netanyahu busca ligar cualquier señalamiento en su contra o de su gabinete al antisemitismo para descalificar a quienes le acusan de crímenes de guerra.
Dice que "será la primera vez que un país democrático que lucha por su vida de acuerdo con las reglas de la guerra sea acusado de crímenes de guerra".
A su entender, dichas reglas implican quizás ordenar bombardeos masivos contra población civil, en donde han muerto incluso, periodistas y trabajadores de Naciones Unidas, todos aanos del ejército de Israel.
Desde su punto de vista, "en lugar de elogiar a Israel por acatar las normas de la guerra mientras lucha contra un enemigo que viola todas las normas de la guerra [...] ¿a quién apunta la CPI? A la democracia llamada 'Israel'", siendo que no se trata de la forma de gobierno judío, sino de quienes lo conforman.
Subrayó que "Israel espera que los líderes del mundo libre se opongan firmemente al escandaloso ataque de la CPI contra el derecho inherente de Israel a la autodefensa", y añadió que "esperamos que utilicen todos los medios a su alcance para detener esta peligrosa medida", aludiendo a sus "aliados", es decir, Estados Unidos.
