Netanyahu asegura que no necesita "aprobación" externa para atacar a Hamás y a Hezbolá

El presunto plan de paz firmado con bombo y platillo por el presidente convicto de Estados Unidos a principios de octubre, con una escenografía montada por un puñado de líderes que al paso de los días parecen haber sido meras comparsas, es utilizado a su antojo por el gobierno genocida de Israel.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró hace unas horas que continúa "combatiendo el terrorismo" en varios frentes, luego de ordenar nuevos bombardeos en Gaza y el sur del Líbano.

El criminal de guerra israelí dijo que no necesita aprobación externa para atacar a Hamás y a Hezbolá, lo que refleja el desprecio del estado judío por el plan de paz del presidente convicto estadounidense Donald Trump.

El dirigente con juicios pendientes dentro de Israel, dijo que "todo lo que dicen sobre que debemos obtener aprobación para esto de uno u otro lado es simplemente una completa mentira".

Netanyahu expresó durante su reunión de su ultraderechista gabinete en un aparente mensaje a Washington, que "actuamos con total independencia. Las Fuerzas de Defensa de Israel toman medidas inmediatas para frustrar ataques".

Agregó que las repuestas militares por parte de su gobierno son calibradas por el ministro de Defensa, Israel Katz, otro criminal de guerra, y se las regresa para tomar una decisión conjunta.

"Decidimos independientemente de cualquier factor, y así debe ser. Israel es responsable de su seguridad", dijo Netanyahu.

Por otra parte, advirtió que seguirá haciendo "todo lo necesario" ante "violaciones del alto el fuego" por parte de Hamás en el cruce de la línea amarilla que le da a lis militares judíos el control de más de la mitad de la Franja de Gaza

Concluyó diciendo que "ha habido varios intentos de penetrar en nuestro territorio más allá de la línea amarilla e intentar atentar contra nuestros soldados. Lo frustramos con gran fuerza y pagaron un precio muy alto".

Mientras tanto, los expedientes con los juicios que tiene pendientes en Israel, siguen guardados en un cajón en el Poder Judicial.