Muere bebé con una enfermedad incurable tras ser desconectada del soporte que la mantenía viva

La breve historia de vida de la bebé Indi Gregory llegó a su final, luego de que los médicos que la atendían en un centro médico británico le retiraron los aparatos que la mantenían viva, en estado crítico y en medio de una batalla legal en Inglaterra.

Esto dio a conocer hoy el padre de la infortunada criatura, Dean Gregory, quien dijo que la pequeña murió este lunes, y que su madre, Claire Staniforth, "la sostuvo hasta su último aliento".

Gregory y Staniforth, vecinos de la localidad de Ilkeston, Derbyshire, contaban con el respaldo de la campaña Christian Concern, pero perdieron el pleito legal ante el Tribunal Superior y ante el Tribunal de Apelaciones de Londres. Un portavoz de esa organización confirmó que los especialistas habían retirado los aparatos a la pequeña, que era atendida en el Hospital de la Reina de Nottingham, y después, en un centro para enfermos terminales.

Sus padres no consiguieron persuadir a los jueces para que revocaran la decisión de retirar el tratamiento, y fracasó el intento de la pareja de trasladar a Indi a un hospital de Roma, ya que los tribunales consideraron que llevarla a Italia no sería lo mejor para la niña.

El Gobierno de Italia le había concedido la nacionalidad a la bebé afectada por una enfermedad genética mitocondrial, para que recibiera tratamiento en un hospital de Roma, ya que se le había negado en el Reino Unido, yy los padres pedían que los especialistas siguieran atendiéndola en un centro médico.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, lamentó en redes sociales la muerte de la bebé y declaró que "hicimos todo lo que pudimos, todo lo posible. Desgraciadamente, no fue suficiente. Buen viaje, pequeña Indi".

"La pequeña Indi Gregory se ha ido, una noticia que nunca quisimos leer. El gobierno italiano ha hecho todo lo posible, ofreciéndose a tratarla en nuestro país, lamentablemente sin éxito. Una conmovedora oración por ella y un sincero abrazo a sus padres", escribió a su vez el vicepresidente Matteo Salvini.