El grupo de paramilitares pro rusos Wagner ha llamado a levantarse contra el mando militar ruso en medio de la guerra contra Ucrania, luego de que ocurriera un ataque aéreo ruso en la región ucraniana de Jersón.
El jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgeny Prigozhin, acusó al Ejército de Vladimir Putin de realizar ataques contra campamentos de sus combatientes detrás del frente ucraniano.
Prigozhin afirmó que estos ataques causaron un "número muy elevado de bajas" y ha llamado a sublevarse contra el mando militar.
Por si parte, el Ministerio de Defensa ruso negó estas afirmaciones y las autoridades abrieron una investigación contra el jefe de Wagner por "llamar al motín".
A su vez, los servicios de seguridad rusos (FSB) acusaron al jefe del grupo paramilitar Wagner de incitar a la guerra civil al llamar a la sublevación contra el Estado Mayor.
El antiguo KGB soviético sostiene que "las declaraciones y acciones de Prigozhin son en realidad un llamamiento a iniciar un conflicto civil armado en territorio ruso (...) Pedimos a los combatientes del grupo paramilitar Wagner que no cometan un error irreparable, que dejen de usar la fuerza contra el pueblo ruso, que no cumplan las órdenes criminales y traicioneras de Prigozhin y que tomen medidas para detenerlo".
A su vez, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por la agencia de noticias TASS, dijo que el presidente Vladímir Putin, "ha sido informado de todos los acontecimientos en torno a Prigozhi y we están tomando las medidas necesarias".
Esta guerra abierta entre el mando militar y el grupo Wagner refleja de alguna manera las tensiones entre las fuerzas rusas implicadas en el conflicto ucraniano.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ucraniano esta "observando" los acontecimientos, y para el jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kyrylo Boudanov, las facciones rusas rivales habían empezado a "devorarse mutuamente por poder y dinero".
