El gobernador de la región de Voronezh confirmó que han pasado por su territorio las fuerzas del grupo de mercenarios rusos Wagner rumbo a sus bases.
Alexandr Gúsev escribió en su cuenta de Telegram que concluía "el paso de las unidades del Ejército privado Wagner a través del territorio de la región de Voronezh”, para retornar a sus bases después de sublevarse y llegar a estar a 200 kilómetros de Moscú.
El gobernador apuntó que la movilización “transcurre con normalidad y sin excesos”, y que "tras la solución definitiva de esta situación levantaremos las limitaciones implementadas”.
Asimismo, las regiones por las que avanzaron las columnas de los wagneritas hacia la capital rusa restablecieron el tránsito por carreteras, bloqueadas la víspera con camiones o con zanjas.
El Grupo Wagner cruzó la frontera rusa, ocupó la ciudad de Rostov y envió 4 columnas en una “marcha de la justicia” hacia Moscú, como la llamó el jefe de los mercenarios, Yevgueni Prigozhin, con el fin de sustituir la cúpula militar rusa, a la que culpa de los fracasos del Ejército ruso en Ucrania.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó la revuelta de “traición” y fue la mediación de su socio bielorruso, el presidente Alexandr Lukashenko, la que hizo posible un acuerdo con Prigozhin que puso fin a la sublevación.
Los combatientes chechenos de la unidad Ajmat, enviados a Rostov para enfrentar la asonada del grupo de mercenarios rusos Wagner, regresaron al frente ucraniano tras el fin de la revuelta, dijo el comandante checheno Apti Alaudínov.
Citado por la agencia de noticias TASS, señaló que “las unidades de Ajmat regresan paulatinamente a la zona de la operación especial militar para continuar sus misiones en la liberación de Márinka”.
Alaudínov indicó que parte de las unidades de Ajmat permaneció en el frente y “solo implicamos a aquellos que podían ser remplazados por otras unidades”.
El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, “se irá a Bielorrusia”, anunció el Kremlin al comentar los detalles del acuerdo con el hombre que quiso encabezar una rebelión armada contra la cúpula militar rusa que no duró ni 24 horas.
