Las consecuencias ocultas de sacrificar horas de descanso
- bambarito59
- hace 2 días
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Un estudio de la Universidad sueca de Uppsala publicado en Biomarker Research, señala que las enfermedades cardiovasculares, responsables de 17,9 millones de muertes anuales, se mantienen como la principal causa de mortalidad a nivel global.
Añaden en su investigación un nuevo factor: la falta de sueño, y explica que, desde infartos hasta cáncer, pasando por accidentes mortales, la ciencia revela que dormir poco es una bomba de tiempo biológica.
El trabajo sostiene que 3 noches de sueño insuficiente (4 horas diarias) pueden desatar una tormenta molecular en el cuerpo, y al analizar a 16 jóvenes sanos en un laboratorio, los investigadores descubrieron un aumento de proteínas vinculadas a inflamación arterial, insuficiencia cardíaca y riesgo de fibrilación auricular.
Lo que más preocupa es que estos biomarcadores, típicos en adultos mayores con enfermedades crónicas, aparecieron en individuos jóvenes y sanos, como si el poco sueño acelerara invisiblemente el reloj biológico.
Asimismo, el ejercicio no es un escudo infalible aunque es beneficioso y ayuda. Mientras la actividad física aumenta proteínas protectoras incluso en condiciones de falta de sueño, estudios previos del mismo equipo mostraron que entrenar sin descanso adecuado sobrecarga las células cardíacas.
Una noche de sueño parcial altera la sensibilidad a la insulina en personas sanas, según un estudio de 2010, creando un caos metabólico similar al de la diabetes.
En 2023, otro hallazgo agregó un giro preocupante: mujeres que perdieron 1,5 horas de sueño durante 6 semanas desarrollaron un 14,8% más de resistencia a la insulina, cifra que escaló al 20,1% en posmenopáusicas.
Por otra parte y luego de una noche en vela, 9 hombres sanos experimentaron un aumento del 22% de grelina, la hormona del apetito, y duplicaron su sensación de hambre. Ese desequilibrio hormonal, combinado con niveles estables de leptina (la hormona de la saciedad), convierte el sueño insuficiente en un cómplice invisible de la obesidad.
Matthew Walker, neurocientífico y autor de 'Por qué dormimos', lleva la advertencia más lejos: "Cuanto menos se duerme, menos se vive". Walker sostiene que dormir menos de ocho horas por noche puede dañar gravemente la salud a largo plazo y, en algunos casos, incluso provocar la muerte.
En 2019, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer clasificó el trabajo nocturno como "probablemente cancerígeno" debido a la alteración crónica del ritmo circadiano, común en turnos rotativos.
Mientras tanto, un análisis de la Fundación para la Seguridad en el Tráfico de Estados Unidos, reveló que la conducción somnolienta contribuyó a casi 30 mil muertes a causa de accidentes de tráfico en ese país entre 2017 y 2021, de ellos, 6 mil 700 en el último año analizado.
Esto porque los conductores a menudo calculan mal sus niveles de agotamiento hasta que ya están en la carretera, lo que aumenta los riesgos para sí mismos y para los demás por los tiempos de reacción retardados y enfoque deteriorado.
Cada hora de sueño perdido, advierten los científicos, es una deuda que el organismo cobrará con intereses: inflamación, caos metabólico, riesgo de cáncer y accidentes evitables.
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