Lanzan por primera vez en Japón una alerta por megaterremoto

Las autoridades japonesas han instado por primera ocasión a la población de una extensa zona del país, a tomar precauciones ante un posible megaterremoto.

Esra alerta especial fue emitida después del sismo de magnitud 7,1 que sacudió el jueves la isla de Kyushu, en el suroeste de Japón, zona en donde han seguido ocurriendo temblores este viernes y los expertos advierten que la actividad sísmica aún es alta.

La alerta forma parte de una medida de precaución que se toma ante un posible megasismo a la que se conoce como el protocolo de Información de Emergencia sobre el Terremoto de la Fosa de Nankai.

La Dirección de Meteorología de Japón sostiene que es muy probable que un terremoto de gran magnitud afecte el área donde se halla la fosa de Nankai. 

Si ocurre un sismo de grandes proporciones, se teme que se produzcan fuertes temblores y un gran tsunami. Pese a que la posibilidad es ahora más alta de lo habitual, la dirección explica que eso no significa que algo vaya a ocurrir durante un tiempo determinado.

A los municipios en la región desde Tokio hasta la sureña prefectura de Okinawa, la Dirección de Meteorología los exhorta a comprobar sus preparativos para casos de terremoto.

Más aún, a la población, las autoridades le recomiendan fijar bien ciertos muebles para que no se caigan. También pide asegurarse de saber dónde están los refugios y la manera de confirmar si los miembros de la familia están a salvo. 

Añaden que los hogares con niños pequeños, ancianos o personas con discapacidad deben considerar la posibilidad de evacuar por iniciativa propia.

Los expertos sospechan que el terremoto de la fosa de Nankai podría ocurrir a lo largo del límite de placas entre la bahía de Suruga, en la prefectura de Shizuoka, y el mar de Hyuganada, frente a las costas de Kyushu. 

Estiman que hay entre 70 % y 80 % de probabilidad de que suceda en las próximas 3 décadas y que su magnitud se sitúe entre 8 y 9. Según un cálculo gubernamental, en el peor de los casos podría cobrarse las vidas de más de 230 mil personas y destruir unos dos millones de casas y edificios. (NHK)