Corea del Norte participó de nueva cuenta en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, y en la discusión sobre la situación con su vecino del sur trató de justificar su nuevo ensayo con misiles balísticos. Sin embargo, no encontró mucho apoyo entre los Estados miembros del Consejo. Según el embajador norcoreano ante Naciones Unidas, Kim Song, su país tiene derecho a este tipo de pruebas para garantizar su defensa frente a las amenazas y provocaciones de Estados Unidos y sus aliados. Lo reunión del Consejo, que cada vez sirve para menos, fue convocada tras el lanzamiento el miércoles de un misil balístico intercontinental por parte de los norcoreanos, proyectil de largo alcance muy sofisticado. Es la segunda ocasión que Corea del Norte prueba este proyectil, y ahora, se estrelló en el agua luego de volar más de una hora. De acuerdo con Naciones Unidas, el misil cayó en aguas de la zona económica de Rusia y ha sido el vuelo más largo de un proyectil de este tipo lanzado por el Ejército norcoreano. El diplomático norcoreano aseguró que "el ensayo de este nuevo tipo de misil forma parte del derecho a la autodefensa para disuadir las actividades militares peligrosas de fuerzas militares hostiles". Asimismo, hizo de uras críticas a las maniobras militares llevadas a cabo por Washington y sus aliados en la región. La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, dijo que "China y Rusia han impedido repetidamente que el Consejo de Seguridad de la ONU tome medidas sustanciales para responder a los intentos de Corea del Norte por expandir sus programas de armas de destrucción masiva y de misiles balísticos" Sostuvo que "esto es inaceptable. Todos los miembros del Consejo deben unirse para condenar el comportamiento ilegal de Corea del Norte". En cambio, Rusia y China defendieron a los norcoreanos aunque en el pasado apoyaron sanciones contra Pyongyang, y ahora no están en favor de ellas.
