Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, quien fue amante del rey emérito español Juan Carlos I, sufrió un duro revés por parte del Tribunal Superior de Inglaterra y Gales, que rechazó juzgar una demanda civil por acoso presentada la mujer.
De acuerdo con el tribunal, este asunto no es competencia de la Justicia inglesa, y la jueza Rowena Collins Rice decidió que la demanda debería haber sido presentada en el país donde radica el demandado, en este caso, el ex monarca.
En la demanda, Corinna acusó al ex jefe de Estado español de haberla acosado directamente o a través de terceras personas entre 2012 y 2020, interfiriendo supuestamente en sus comunicaciones de teléfono móvil o desprestigiándola a través de publicaciones en la prensa.
Los actos de acoso presuntamente cometidos antes del 18 de junio de 2014, cuando el rey abdicó, ya estaban fuera de litigio porque el Tribunal de Apelaciones en Inglaterra y Gales reconoció en diciembre pasado la inmunidad del ex monarca para ese período.
Para Collins, no se puede hacer una excepción a esa premisa, porque la examante del rey no ha demostrado en audiencias previas que el acoso del que acusa al emérito Juan Carlos I ocurriera en Inglaterra. Asimismo, jueza precisó que aún si tuviera jurisdicción, habría denegado la petición de la danesa de modificar su caso, el cual ha estado llena de inconsistencias. A decir de la magistrada
La querella de Corinna no cumplía los requisitos para las demandas por acoso que se presentan ante ese tribunal inglés, y la demandante no puede obligar a declarar al ex monarca. La jueza apunta que “la demandante tiene un relato que desea dar sobre su historia personal y financiera con el demandado, y sobre el daño que él ha causado a su tranquilidad y a sus derechos personales, su bienestar y su vida empresarial, social y familiar. No opino sobre su versión”.
“Para mí la única cuestión es si la demandante puede obligar al acusado a ofrecer su versión de los hechos ante el Tribunal Superior. Mi conclusión, tal como están las cosas, es que no puede”, agrega.
El dictamen de la magistrada puede ser recurrido al Tribunal de Apelaciones, por lo que se perfila aún un largo periodo de tiempo hasta saber si el caso va a juicio en las cortes de este país o queda desestimado.
Corinnan dijo sentirse “profundamente decepcionada” después de que el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales anunciara su decisión.
