Luego de los bombardeos judíos que acabaron con la vida de 7 trabajadores de World Central Kitchen el pasado lunes en Gaza, organizaciones humanitarias están suspendiendo sus operaciones en el enclave palestino.
Otras agrupaciones no gubernamentales incluida World Central Kitchen señalaron que deben determinar si sus trabajadores pueden proporcionar ayuda segura en la región, en una zona de guerra como la Franja de Gaza, donde han perecido más de 180 trabajadores humanitarios a manos del ejército de Israel, desde el inicio de la guerra en octubre.
Chris Skopec, vicepresidente ejecutivo de salud mundial de Project HOPE, que dirige clínicas de salud en Rafah y Deir al-Balah, y proporciona suministros médicos y otras ayudas a hospitales del área, declaró que "estamos horrorizados y con el corazón destrozado por el trágico asesinato de 7 trabajadores humanitarios inocentes en Gaza”.
De acuerdo con Skopec, los 3 vehículos de World Central Kitchen, atacados después de cargar alimentos en un almacén cercano, estaban marcados claramente y el ejército israelí conocía sus movimientos.
Detalló que estos pasos son los que los trabajadores humanitarios utilizan para tratar de garantizar su seguridad en la peligrosa región, y apunta que el hecho de que el convoy de World Central Kitchen haya sido atacado a pesar de todo, aumentó el temor entre los cooperantes de la región
Otra ONG de nombre Anera, que al igual que World Central Kitchen y Project HOPE, suministra ayuda humanitaria en Oriente Medio, anunció que daría el “paso sin precedentes” de suspender sus operaciones humanitarias en Gaza. El equipo de Anera ha entregado un promedio de 150 mil comidas diarias en Gaza, desde el inicio de la guerra.
Steve Fake, funcionario de relaciones públicas de Anera, "la descarada naturaleza del ataque contra el convoy de WCK demuestra que los trabajadores humanitarios actualmente están bajo ataque”.
“Nuestra decisión de reanudar la ayuda depende de la seguridad de nuestro personal”, agregó.
Asimismo, The International Medical Corps, que tiene uno de los mayores hospitales de campo en Rafah, con 140 camas, dijo que está “reconsiderando nuestro proceso”, incluidos sus planes de establecer otro hospital de campo en Deir al-Balah.
Y el gobierno de Israel, frotándose las manos para controlar aún más la distribución de la ayuda a la población de Gaza
