El genocidio sigue adelante en Gaza y nadie lo frena y al corte en el abasto de alimentos por parte del gobierno del presunto criminal de guerra, Benjamin Netanyahu, para presionar al grupo islamista Hamás y que acepte el plan de "paz" de Estados Unidos, se suma el corte en el suministro de energía.
El ministro de Energía de Israel, Eli Cohen, ordenó el corte inmediato del suministro de electricidad a la Franja de Gaza, en un intento por aumentar la presión al enclave palestino, en donde siguen secuestrados 59 israelíes.
Cohen aseveró que "emplearemos todas las herramientas disponibles para que todos los rehenes regresen, y nos aseguraremos de que Hamás no esté en Gaza el 'día después", refiriéndose a la guerra.
El régimen judío anunció desde hace más de una semana la interrupción de la entrada de toda la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, bajo el pretexto de que Hamás se niega a aceptar las condiciones del enviado especial de Estados Unidos para asuntos de Oriente Medio para la continuación de las conversaciones.
En los hechos, Israel ya no gobierna Gaza, ya que las decisiones en materia de seguridad del estado hebreo las toma ahora Estados Unidos.
Netanyahu, dijo la semana pasada que estaba dispuesto a aumentar la presión y que no descartaría cortar toda la electricidad a Gaza si Hamás no cedía a sus demandas para liberar a los rehenes.
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