Presuntas irregularidades y nexos de empresas productoras con un recluso condenado por delitos de tráfico de drogas, son las razones por las que la Fiscalía General de Venezuela abrió una carpeta de investigación contra los organizadores de un concierto reciente del cantante Romeo Santos.
El fiscal general Tarek William Saab aseguró en su cuenta de X que van a “investigar y sancionar irregularidades cometidas por la empresa Panteras Entertaiment y Global Boletosvzla”, quienes según el funcionario, “agraviaron y abusaron de la buena fe de la fanaticada del cantante Romeo Santos”
De acuerdo con Saab las pesquisas ya realizadas arrojaron que el presunto responsable de la organización del concierto es Juan Carlos Araujo Durán, detenido y “enjuiciado por ser el dueño de una aeronave capturada con 459 kilos de cocaína en el 2015 en República Dominicana”.
Araujo Durán fungió en algún momento como “dueño y presidente de la empresa de eventos Solid Show, creada para legitimar capitales del narcotráfico”, dijo Saab, y que sentenciado en noviembre de 2020 a 30 años de prisión por tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, y asociación para delinquir.
El concierto de santos estaba programado para las 8 de la noche del domingo, pero fallas en la organización y en conexiones de vuelos provocaron que el cantante llegara retrasado al país y subiese al escenario a las 4 de la mañana del lunes, cuando miles de los asistentes ya se habían retirado de la base aérea de La Carlota, donde se celebraba el evento.
Santos ofreció disculpas al público y señaló a los productores por el retraso como los responsables, tachando lo sucedido como una “falta de respeto contra ustedes, el público, hacia mis músicos, mis técnicos y este servidor”. Más aún, aseguró que en sus 26 años de trayectoria “nunca le he faltado el respeto a mi público, nunca he llegado tarde, nunca he cancelado un show”.
La Fiscalía afirma que Araujo Durán operaba desde el Centro de Formación del Hombre Nuevo, un recinto carcelario de Caracas, donde organizaba espectáculos musicales en complicidad con el director de la prisión, identificado como Argenis Guerra, quien fue detenido, junto a otros funcionarios carcelarios.
