El diario The Wall Street Journal reporta esta semana el caso de los fabricantes del queso italiano parmesano reggiano, quienes intentan frenar la falsificación de su producto y para ello implantan microchips comestibles del tamaño de un grano de arena en sus qiesos.
Según el periódico, los chips son de silicio y se colocan en las cubiertas de todas las ruedas de queso que pesan unos 40 kilos cada una.
Estos chips pueden ser escaneados para obtener un número de serie que los compradores pueden usar para asegurarse que el queso que adquirieron es auténtico.
Los dispositivos se basan en tecnología de cadena de bloques y rastrean la rueda de queso hasta el lugar de procedencia de la leche utilizada.
Un pero...no pueden leerse a distancia ni utilizarse para rastrear a alguien en el caso de que sean ingeridos.
Alberto Pecorari, encargado de proteger la autenticidad del producto para un grupo que representa a los fabricantes de parmesano reggiano, explicó que "continuamos luchando con nuevos métodos, no nos rendiremos".
El queso, parmesano reggiano está protegido por la Unión Europea, y se elabora en la región italiana de Emilia-Romaña, siguiendo una serie de técnicas de producción, debiendo madurar durante al menos un año.
Se estima que las ventas mundiales anuales de queso falsificado son del orden de los 2 mil millones de dólares, no muy lejos de las del producto auténtico, cuya industria alcanzó en 2022 la cifra récord de 3 mil 151 millones de dólares.
De hecho, este queso es uno de los más falsificados del mundo, y Dada su reputación mundial, puede venderse a un precio más elevado que el queso etiquetado solo como 'parmesano', que suele ser una imitación del original y se vende mucho en Estados Unidos.
