Inolvidable presentación de Orquesta Monumental Metropolitana en el Zócalo
- Información 25
- 29 sept
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La Plaza de la Constitución se transformó el domingo en un gran auditorio al aire libre y vibró con un repertorio con piezas académicas como “Marcha Radetzky” de Strauss y el “Himno a la Alegría” de Beethoven, hasta temas populares como “Kumbala” de La Maldita Vecindad y “Nunca es suficiente” de Natalia Lafourcade
La jornada fue posible gracias al trabajo de instituciones culturales y educativas de la capital, alcaldías, municipios mexiquenses y del Estado de Hidalgo, directores y docentes de orquestas comunitarias y la participación entusiasta de familias enteras que acompañaron a sus seres queridos, convirtiendo al escenario en un espacio de celebración colectiva.
Mientras las y los artistas caminaban entre la multitud rumbo al imponente escenario, sus familias se acomodaban con sonrisas, ramos de flores, paraguas y un orgullo que parecía más grande que el mismo Zócalo. Era la presentación de la Orquesta Monumental Metropolitana.
Las y los 2 mil 600 integrantes fueron tomando su lugar en las secciones de orquesta para dar inicio al ensayo general acompañados de sus instrumentos o su voz.
El concierto inició con “Marcha Radetzky” de Johann Strauss, dirigida por el maestro Enrique Calderón, que encendió la primera ola de aplausos. Después, siguió el “Himno a la Alegría” de Beethoven, a cargo de la maestra Irán Quiróz, y poco a poco la plaza pública más importante del país se transformó en un enorme auditorio al aire libre. Con “Habanera” y “Toreadores” de Bizet, bajo la dirección de Moisés Pascual, el público ovacionó con una energía que hizo vibrar los edificios del Centro Histórico.
Con el popurrí de Pérez Prado, la fiesta se desató y varias personas del público marcaron el ritmo con aplausos y algunas se levantaron a bailar al compás del mambo, contagiando de júbilo a quienes miraban a su alrededor.
El programa continuó con momentos intensos y emotivos, como en el canto africano “Siyahamba”, dirigido por Cony Malacara, mostrando la fuerza de las voces colectivas y “Tango” compuesto por Gina Enríquez, interpretado bajo la dirección de Iván Arias, simbolizó la apertura de nuevos caminos para las mujeres en la música; y con “Kumbala” de La Maldita Vecindad, bajo la batuta de Víctor Tenorio, el corazón de la ciudad vibró al ritmo rebelde del danzón, el ska y el rock latino.
Las últimas notas llegaron con “Mis Sentimientos” de Los Ángeles Azules, dirigida por Ricardo Montes, y “Nunca es suficiente” de Natalia Lafourcade, a cargo de Alfonso Villanueva. Algunos espectadores no pudieron resistir la sensación y volvieron a levantarse a bailar, contagiados por un ambiente que ya no distinguía entre escenario y público.
El resultado fue una jornada que unió instituciones, comunidades y familias. Gracias al trabajo en conjunto de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, el Subsistema de Educación Comunitaria PILARES, UTOPÍAS, el Centro Cultural Ollin Yoliztli, el Coro de la Ciudad de México, las orquestas comunitarias de municipios invitados del Estado de México e Hidalgo y diversas alcaldías de la capital, hizo posible una experiencia irrepetible que quedará grabada en la memoria colectiva de la ciudad.











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