La agencia de noticias Yonhap cita hoy al ejército del aire de Corea del Sur y reporta que este país asiático y Estados Unidos comenzaron con su tradicional ejercicio aéreo Korea Flying Training de 12 días de duración, en el cual realizarán un simulacro de detección y rastreo de misiles balísticos.
De acuerdo con Yonhap, en los ejercicios de este 2023 de despliegue militar en la base aérea de Gwangju, participan más de 1.400 elementos militares y 110 aviones, en particular aviones de combate F-35A, F-15K y KF-16 surcoreanos, junto a F-16, F-35B, A-10, y FA-18 norteamericanos.
El entrenamiento a gran escala, que es uno de 2 que llevan a cabo los aliados cada año junto con el ejercicio Vigilant Storm previsto para la segunda mitad de 2023, busca mejorar la interoperabilidad de las fuerzas aéreas, e incluirá en estos días misiones conjuntas y operaciones de apoyo aéreo.
Más aún, Corea del Sur, Estados Unidos y Japón lanzaron este lunes un ejercicio trilateral de defensa antimisiles en las aguas internacionales del mar del Japón, y de acuerdo con la Armada surcoreana, se han implicado en estas maniobras 3 destructores equipados con sistemas antimisiles Aegis: el Yulgok Yi I, de Corea del Sur; el USS Benfold, de Estados Unidos y el Atago, de la Fuerza de Autodefensa Marítima japonesa.
Corea del Sur, Estados Unidos y Japón buscan reforzar sus capacidades de disuasión frente a Corea del Norte, que efectuó el 13 de abril el primer ensayo de un misil balístico intercontinental de combustible sólido, Hwasong-18, proyectil que voló unos mil kilómetros en dirección este y cayó en el mar, fuera de la zona económica exclusiva de Japón.
El inicio de las maniobras entre sudcoreanos y estadounidenses seguramente provocará más ensayos de Corea del Norte con misiles, incrementando la tensión en la zona.
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