El Programa Mundial de Alimentos tuvo que suspender las entregas de ayuda humanitaria en el norte de Gaza por la inseguridad, y afirmó que la situación allí emporará, pues "hay personas muriendo por casas relacionadas con el hambre”.
En un comunicado, dijo que "la decisión de suspender las entregas al norte de la Franja de Gaza no se ha tomado a la ligera, ya que sabemos que significa que la situación allí empeorará aún más y más personas correrán el riesgo de morir de hambre”.
El Programa de la ONU pide que se garantice la seguridad “tanto para el personal como para las personas que la reciben.
Precisó que las entregas se habían reanudado el domingo después de una suspensión de 3 semanas. El plan era enviar 10 camiones de alimentos durante 7 días seguidos.
El domingo, el primer convoy fue rodeado por multitudes de personas hambrientas cerca del puesto de control de Wadi Gaza. El lunes, varios camiones fueron saqueados entre Jan Yunis y Deir al Balah y un conductor fue golpeado.
En estos últimos 2 días, sus equipos han sido testigos “de niveles de desesperación sin precedentes”. Los últimos informes confirman el rápido declive y un aumento de la desnutrición aguda. “La gente ya están muriendo por causas relacionadas con el hambre”, añadieron.
El Programa buscará formas de “reanudar las entregas de manera responsable lo antes posible”. Se necesita una expansión a gran escala del flujo de asistencia al norte de Gaza de manera urgente para evitar un desastre.
De ellos no se acuerdan ni Hamás ni el gobierno ultraderechista de Israel.
