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  • Laura Meléndez

Fechas para no olvidar por su trascendencia en el tiempo: descubrimiento de la tuberculosis


Han pasado ya 141 años de que, un 24 de marzo pero de 1882 Robert Koch anuncia el descubrimiento de la bacteria responsable de la tuberculosis, la mycobacterium tuberculosis.

La tuberculosis, llamada antiguamente tisis, es una infección bacteriana contagiosa que compromete principalmente a los pulmones, pero puede propagarse a otros órganos. La especie de bacterias más importante y representativa causante de tuberculosis es Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch, perteneciente al complejo Mycobacterium tuberculosis. Es posiblemente la enfermedad infecciosa más prevalente en el mundo y aunque la tuberculosis es una enfermedad predominantemente de los pulmones, puede afectar también el sistema nervioso central, el sistema linfático, el sistema circulatorio, el sistema genitourinario, el aparato digestivo, los huesos, las articulaciones e incluso la piel.

Heinrich austrualis Herman Robert Koch nació el 11 de diciembre de 1843 en Hannover y murió en Baden-Baden, Imperio Alemán, 27 de mayo de 1910), siendo un excelente médico alemán que se hizo famoso por descubrir el bacilo de la tuberculosis en 1882; presentando sus hallazgos el 24 de marzo de 1882 así como también el bacilo del cólera en 1883 recibiendo el Premio Nobel de Medicina en 1905. Es considerado el fundador de la bacteriología.

El trabajo de Koch consistió en aislar el microorganismo causante de esta enfermedad y hacerlo crecer en un cultivo puro, utilizando este cultivo para inducir la enfermedad en animales de laboratorio, en su caso la cobaya, aislando de nuevo el germen de los animales enfermos para verificar su identidad comparándolo con el germen original.

Los síntomas clásicos de la tuberculosis son tos crónica con esputo sanguinolento, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso. La infección de otros órganos causa una amplia variedad de síntomas y el diagnóstico se basa en la radiología, una prueba de la tuberculina cutánea y análisis de sangre, así como un examen al microscopio y un cultivo microbiológico de los fluidos corporales como las espectoraciones.

El tratamiento de la tuberculosis es complicado y requiere largos periodos de exposición con varios antibióticos. Los familiares del enfermo, si es necesario, también son analizados y tratados, además de que durante los últimos años, la tuberculosis ha presentado una creciente resistencia a los múltiples antibióticos y para ello se ha optado, como medida de prevención, por campañas de vacunación, generalmente con la vacuna Bacillus Calmette-Guérin.

La tuberculosis se contagia por vía aérea, cuando las personas infectadas tosen, estornudan o escupen, además, un número creciente de personas contraen la tuberculosis debido a que su sistema inmunitario se ve comprometido por medicamentos inmunosupresores, abuso de drogas o el sida.

La distribución de la tuberculosis no es uniforme en todo el mundo, pues aproximadamente el 80% de la población de muchos países asiáticos y africanos dan positivo en las pruebas de la tuberculina, mientras que sólo 5-10% de la población de Estados Unidos da positivo.

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