Este es el mejor ejercicio para desarrollar un cerebro fuerte y longevo
- Laura Meléndez
- hace 8 horas
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De acuerdo con expertos, practicar la natación, aparte de ser de gran utilidad para los músculos y mejorar la salud cardiovascular, es aliada para la salud mental, sobre todo cuando vamos envejeciendo.
Aunque hay estudios que muestran que el ejercicio aeróbico puede estimular la producción de los factores de crecimiento neuronal, (proteínas involucradas en el crecimiento y mantenimiento de ciertas células nerviosas), la natación, a diferencia de otros deportes, 3 es un desafío especial para el cerebro.
Seena Mathew, profesora adjunta de biología en la Universidad estadounidense de Mary Hardin-Baylor, explica que los movimientos cruzados bilaterales que implica esta actividad física, manos y pies realizando movimientos opuestos, hacen trabajar ambos hemisferios del cerebro.
Cuanto más suceda esto y las 2 mitades se comuniquen entre sí, "más eficientes serán los patrones neurológicos". "Esto conduce a una mayor capacidad cognitiva", subraya.
Esta actividad obliga al cerebro a forjar nuevas vías neuronales y estimula a las neuronas de forma incomparable comparado con otras actividades.
Jim Cotter, de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, añade que la cognición mejora durante y después del ejercicio, incluso aunque no se haya realizado recientemente.
Esto claramente resulta benéfico para las personas de la tercera edad, pero no solo; individuos en su mejor momento cognitivo también pueden sacar provecho.
Un estudio de 2019 encontró que la natación mejora el procesamiento visomotor en adultos jóvenes, amén de que se ha asociado con mejoras en la memoria y un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
Una investigación en ratones de 2023 demostró que la natación aumenta los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro, que promueve el crecimiento de las neuronas, mejora la actividad antioxidante y reduce los niveles de beta-amiloide asociada al alzhéimer". Otro experimento con roedores reveló que la práctica constante y regular resulta aún más beneficiosa para el cerebro.
La postura horizontal que adopta quien nada "juega un papel clave" en aspectos del funcionamiento cognitivo que proporciona este ejercicio.
Leena Shoemaker, también de la Universidad de Otago, destaca que esa posición facilita el flujo sanguíneo y el aporte de oxígeno y nutrientes al cerebro.
Así, es especialmente conveniente optar por esta práctica a medida que envejecemos, ya que con la edad el cuerpo tiene que realizar mayor esfuerzo para mantener el flujo sanguíneo ascendente hacia el cerebro e incluso breves interrupciones pueden afectar su correcto funcionamiento.
Además, hay estudios que reconocen los efectos positivos en el estado de ánimo y como coadyuvante en la reducción de los niveles de estrés. Esto debido a que estimula la liberación de endorfinas y otras sustancias químicas que promueven sensaciones de bienestar y felicidad, sin olvidar la naturaleza relajante del agua y su efecto calmante, según el recurso en línea especializado en natación Swimvice.
Mantener una rutina puede ser un desafío cuando se comienzan a sentir los efectos del desgaste del cuerpo, propios de la edad. Sin embargo, los expertos destacan que vale la pena apostar por la natación, no solo para mantenerse en forma, sino también para desarrollar fuerza de voluntad y cultivar por muchos años una mente sana y funcional. RT
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