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  • bambarito59

¿Estás cansado o solo tienes sueño?


La razón puede ser obvia. Según el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos, al menos un tercio de los adultos afirma dormir menos de lo recomendado. A veces esto está fuera de nuestro control, pero la falta de calidad de sueño también puede estar siendo autoimpuesta, nos demos cuenta o no.


"La fatiga suele ser resultado de un sueño insuficiente o de comportamientos que llevan a dormir mal", dice la Dra. Aarthi Ram, neuróloga especializada en medicina del sueño del Hospital Houston Methodist.


"A veces también puede ser un signo de un problema de salud subyacente que necesita ser abordado o un trastorno del sueño no diagnosticado, por lo que es importante consultar a tu médico si estás luchando con la fatiga."


Sea cual sea la causa, es un problema importante que hay que corregir, ya que la fatiga diurna puede afectar a tu vida de varias maneras: desde una menor productividad y rendimiento en casa o en el trabajo hasta riesgos para la seguridad al conducir o en el trabajo.


A menudo utilizamos las palabras "cansado" y "somnoliento" indistintamente, pero en realidad son cosas distintas. El cansancio se define como estar fatigado, mientras que tener sueño simplemente significa que necesitas dormir.


"La somnolencia es esa necesidad de dormir que aumenta cuanto más tiempo estamos despiertos", describe la Dra. Ram.

"Si nos vamos a dormir cuando tenemos sueño y descansamos lo suficiente, normalmente nos sentiremos descansados y con suficiente energía para comenzar el siguiente día".


Así el ciclo continúa, a menos que tomes una siesta de 2 horas después del trabajo y altere tu ciclo de sueño, retrasando tu hora habitual de acostarte.


"Cuando sientes que no puedes mantener los ojos abiertos después de haber dormido sólo 4 o 5 horas, eso es somnolencia", afirma la doctora Ram. "La solución a corto plazo es dormir un poco. Si con frecuencia te encuentras somnoliento durante el día, la solución a largo plazo suele ser tan sencilla como practicar una mejor higiene del sueño."


Algunos consejos para mantener una buena higiene del sueño son:


• Dormir entre 7 y 9 horas cada noche

• Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, aún en fines de semana

• Asegurarse de que el dormitorio esté fresco, oscuro, tranquilo y libre de distracciones

• Apartar de la vista los dispositivos y las pantallas al menos 30 minutos antes de acostarse

• Antes de acostarse evitar: tomar la siesta, beber alcohol o cafeína, o ingerir una comida copiosa.


La fatiga se produce cuando estás extremadamente cansado, hasta el punto de que no te sientes con energía para concentrarte en las tareas que tienes entre manos ni para hacer lo que necesitas o quieres hacer.


"Cuando te sientes agotado a las 6 de la tarde todas las noches y no puedes encontrar una razón que explique el por qué, es cuando empezamos a pensar en la fatiga", argumenta la especialista del Hospital Houston Methodist.


Al igual que la somnolencia, la fatiga también puede deberse a un sueño deficiente. Pero, a diferencia de la somnolencia, no basta con tener calidad de sueño para solucionar el problema.


"Puedes sentirte con sueño, pero después de dormir no te sientes renovado", asume la Dra. Ram. "Esto se debe a que, aunque dormir mal suele contribuir a la fatiga, es poco probable que sea el único factor que haya que explorar".


Entre los factores de estilo de vida que causan fatiga están:


• No dormir lo suficiente

• Dieta inadecuada

• Falta de actividad física

• Estrés

• Consumo de alcohol o drogas


"Hay un círculo vicioso entre estos factores", describe la Dra. Ram. "Un estilo de vida inactivo puede conducirte a dormir mal, y dormir mal puede hacer que te sientas demasiado cansado para hacer ejercicio. Estos se combinan entre sí para causar el agotamiento mental y físico que vemos con el cansancio y la fatiga."


Para contrarrestarlo, empieza por mejorar tus hábitos cotidianos, y no sólo por aspirar a un sueño de más calidad. Además de seguir los consejos de higiene del sueño anteriores, también puedes mejorar tu dieta, dedicar tiempo al ejercicio, reducir el consumo de alcohol y realizar prácticas para aliviar el estrés, como la meditación.


Si has hecho estos cambios y sigues estando siempre cansado, es hora de hablar con tu médico.


La fatiga suele ser el resultado de factores cotidianos relacionados con el estilo de vida, pero no siempre.


"Cuando las modificaciones del comportamiento no resuelven el problema, tenemos que considerar otras causas menos comunes de la fatiga", puntualiza la Dra. Ram. "Entre ellas están desde los trastornos del sueño y los medicamentos que puedas estar tomando hasta los numerosos trastornos de salud de los que la fatiga es un síntoma. Algunas son más frecuentes que otras".


Por ejemplo, la apnea obstructiva del sueño es una afección muy común que puede causar fatiga diurna. Se diagnostica mediante un estudio del sueño.


"Una persona con apnea del sueño puede no saber que la tiene", añade la Dra. Ram. "No es raro que alguien que está cansado todo el tiempo y no se siente descansado después de dormir lo suficiente esté luchando con este problema sin saberlo".


Los medicamentos de venta con receta -como las benzodiacepinas, los betabloqueantes y los opiáceos- y los de venta libre, como antihistamínicos, también pueden causar fatiga. Lo mismo ocurre con muchas afecciones médicas, como las deficiencias vitamínicas, los problemas de peso, ansiedad y depresión, desequilibrios hormonales, trastornos autoinmunitarios, problemas cardíacos y otros.


Tu médico te hará preguntas sobre tu higiene del sueño, tu estilo de vida, tus antecedentes médicos personales y familiares y cualquier otro síntoma que experimentes, información necesaria para evaluar si las modificaciones de tu estilo de vida podrían ayudarte o si son necesarias otras pruebas, como un análisis de sangre o un estudio del sueño.

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