Esta historia no duró mucho pese a todo lo que se escribió antes. La nave espacial Starship de la compañía SpaceX del magnate norteamericano Elon Musk explotó apenas 4 minutos después del despegue desde el estado de Texas.
El enorme cohete considerado el más poderoso jamás construido y capaz de lanzar cargas útiles a la Luna y Marte, está diseñado para ser totalmente reutilizable en todas sus etapas, pero su trayecto este 20 de abril apenas duró unos minutos antes de terminar de manera abrupta.
"El vuelo terminó en una situación de emergencia (...) no todos los motores tuvieron tiempo de engranar", informó el presentador de la emisión, quien habría expresado que se oyó una fuerte explosión en la zona de lanzamiento.
"No sabemos si se debió al diseño del cohete o si hubo una orden de autodestrucción", señaló el presentador.
La operación se realizó desde el centro de pruebas de SpaceX en Boca Chica, y representaba la culminación de años de trabajo normativo y pruebas tecnológicas. SpaceX recalcó que la prueba era de carácter experimental, luego de sufrir retrasos en el desarrollo y en la obtención de la aprobación de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos
La compañía dijo en su cuenta de Twitter que, "con una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad del Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria".
Antes, el dueño de Tesla y SpaceX, Elon Musk, expresó que la misión tenía aproximadamente un 50% de probabilidades de éxito. "No digo que llegue a la órbita, pero garantizo emoción", dijo el segundo hombre más rico del mundo.
El Starship, de 120 metros de altura y puede llevar de 100 a 150 toneladas de carga útil, y Musk aseguró que un nuevo vuelo de prueba será posible en unos meses.
