El gobierno de Rusia sigue tomando acciones emergentes para evitar un mayor caos económico frente a la lluvia de sanciones aplicadas por los países occidentales por su agresión armada en Ucrania, y ahora, suspendió la venta de divisas extranjeras por un lapso de medio año.
De acuerdo con el Banco Central ruso, "los bancos no podrán vender divisas extranjeras a los ciudadanos" entre el 9 de marzo y el 9 de septiembre, y precisa que las personas podrán cambiar sus divisas por rublos durante ese periodo.
En un comunicado, explica que quienes tengan cuentas en divisas extranjeras en bancos rusos no podrán retirar más de 10 mil dólares hasta el 9 de septiembre, y si desean sacar más dinero, tendrán que hacerlo en rublos y a la tasa oficial del día.
Más aún, la entrega de la cantidad requerida de dólares no será inmediata, pues "el encaminamiento de la suma solicitada hasta una sucursal bancaria determinada podrá demorar varios días".
Mientras tanto, y en momentos en los que incluso Estados Unidos embargado las importaciones de petróleo y gas procedentes de Rusia, la agencia de calificación Fitch Ratings revisó a la baja otra vez la nota de la deuda rusa, por lo el país estaría cerca de no poder pagar su deuda.
Fitch puso hace unos días la nota de la deuda rusa a largo plazo en la categoría de riesgo de no poder ser reembolsada, y ahora la volvió a bajar, debido a la evolución de eventos "que han socavado la voluntad de Rusia de reembolsar la deuda pública".
Esto significa que cuanto más baja sea esta nota, menos acreedores confiarán en el país y menos posibilidades tendrá de captar dinero a tasas de interés razonables. Fitch Ratings justifica la medida luego de que el gobierno ruso autorizara a reembolsar a los acreedores de algunos países en rublos en vez de monedas extranjeras.
La calificadora agrega que hay otra decisión del banco central ruso de limitar la transferencia de algunas obligaciones a los no residentes, y que “el refuerzo de las sanciones y las propuestas susceptibles de limitar el comercio de la energía aumentan la probabilidad de una respuesta política de Rusia que incluya al menos un impago selectivo de su deuda soberana.
