Las emisiones de sistemas agroalimentarios ganaderos alcanzaron las 6,2 gigatoneladas en 2015, lo que implicó el 12% de la emisión de gases de efecto invernadero de origen humano, y el 40% de la emisión total proveniente de sistemas agroalimentarios, de unas 16 gigatoneladas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación estima que para 2050, habrá crecido un 20 % la demanda de alimentos provenientes de animales terrestres, lo que, "sin intervenciones ni aumentos de productividad" podría elevar las emisiones hasta las 9,1 gigatoneladas de CO₂.
Un informe presentado este viernes en la COP28, que se celebra en Dubái señala que, detrás del ganado vacuno, el porcino es causante del 14 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, seguida de la avícola con 9%, la relacionada con búfalos con 8%, y la de pequeños rumiantes 7%, Asimismo, y por materias primas, la producción de carne representa dos tercios de las emisiones, la leche contribuye con el 30% y huevos el resto.
De acuerdo con la dependencia de la ONU, el metano supone "ligeramente más de la mitad del total" de las emisiones, y su distribución está ligada a la ubicación de los rebaños de rumiantes, "cuyos sistemas digestivos producen metano a partir de una dieta de pastos que los seres humanos no pueden digerir".
En el caso de especies como cerdos y pollos, las emisiones proceden principalmente de "la producción de piensos y la gestión del estiércol".
Para la directora general adjunta de la FAO, María Helena Semedo, “la mejora de la salud animal, las prácticas de cría, la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos y la focalización directa de las emisiones de gases de efecto invernadero tienen el potencial de proporcionar múltiples beneficios para las personas y el planeta",
El objetivo del informe es que el sector ganadero "contribuya con su parte a los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados". En el reporte se apunta la importancia de "facilitar el acceso de los agricultores a los servicios e invertir en habilitar su capacidad para implementar intervenciones personalizadas".
La FAO considera importante "adaptarse a las circunstancias locales e integrarse en programas más amplios que apoyen la resiliencia y los medios de vida rurales, así como otros objetivos de sostenibilidad".
Algunas soluciones de mitigación probadas, como la cría avanzada y las mezclas de piensos, "incluidos nuevos aditivos para piensos (...) pueden no ser adecuadas en todas partes debido a problemas de costo, seguridad y accesibilidad".
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