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  • Laura Meléndez

El código de barras surgió hace 71 años con la primera patente en Estados Unidos


Es una de las grandes ideas llevadas a cabo desde la década de los años 50, gracias a la cual, el código de barras se ha convertido en una magnìfica herramienta para identificar un producto, marcar su costo, realizar controles de inventario, calidad, movimiento, de embarques y recibos, documentos y rastreo.

Más aún, se ha utilizado en bibliotecas para identificar libros, y sus utilidades han sido muchas desde su creación. El código de barras permite facilitar el reconocimiento y control de objetos.

Està formado por un módulo, una barra, un espacio y un carácter que contienen información específica, única, global y no ambigua sobre las características de un producto.

El primer código de barras fue utilizado para identificar los vagones de un ferrocarril con un sistema automático, gracias al trabajo de los ingenieros Raymond Alexander y Frank Stietz, pero la primera patente del código fue registrada en Estados Unidos, el 7 de octubre de 1952, por los inventores Joseph Woodland, Jordin Johanson y Bernard Silver.

Sin embargo, fue hasta 1966 que el código de barras empezó a ser utilizado comercialmente y el éxito absoluto se tuvo hasta 1980.

Se basa en la representación mediante un conjunto de líneas paralelas verticales de distinto grosor y espaciado que contienen información. Las barras y espacios del código representan pequeñas cadenas de caracteres y es como el código de barras permite reconocer muy rápido un artículo de forma única en un punto de la cadena logística, sea para inventario, precio, o consultar sus características asociadas.

Asì, código de barras se usa hoy día de manera masiva en todo el mundo, y la correspondencia o mapeo entre la información y el código que la representa se llama simbología. Las simbologías pueden ser clasificadas en grupos atendiendo a 2 criterios:

Los códigos se imprimen en envases, embalajes o etiquetas de los productos. Entre sus requisitos se encuentran visibilidad y fácil legibilidad por lo que es imprescindible un adecuado contraste de colores. El negro sobre fondo blanco es el más habitual encontrando también azul sobre blanco o negro sobre marrón en las cajas de cartón ondulado. El código de barras lo imprimen los fabricantes y en algunas ocasiones, los distribuidores.

Entre las razones primarias para aplicar el código de barras se encontraron la necesidad de agilizar la lectura de artículos en las cajas y evitar errores de digitación. Otras ventajas son la agilidad en etiquetar precios pues no es necesario hacerlo sobre el artículo sino solo en el línea, y además, el rápido control del stock de mercancías, permite conocer las referencias vendidas en cada momento, pudiendo extraer conclusiones de mercadotecnia.

El consumidor obtiene una relación de artículos en el ticket de compra lo que permite su comprobación y eventual reclamación, se imprime a bajos costos, posee porcentajes bajos de error, permite capturar rápidamente los datos y permite automatizar registro y seguimiento de productos.

Entre sus desventajas se encuentra la imposibilidad de recordar el precio del producto.


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