A propósito del Día Mundial del Donante de Sangre, a conmemorarse el próximo 14 de junio, la académica y secretaria de Atención a la Comunidad Estudiantil de la UNAM, Rocío Valdez Labastida, indica que está acción aumenta la esperanza de vida, mejora las condiciones ante enfermedades letales, y permite llevar a cabo procedimientos quirúrgicos de manera segura.
A su vez, la docente Paula Santiago Martínez, precisa que para quien dona sangre, es benéfico porque favorece el flujo sanguíneo, reduce el riesgo de padecer infartos, accidentes cerebrovasculares, renueva el proceso celular y equilibra dichas funciones o depósitos de hierro.
Añade que “450 mililitros representan solo el 7%de la sangre de un donante, y no contribuye a ninguna inestabilidad en ella o él; hay que acercar ese tipo de información a la población en general".
Precisa que "2 de los tipos de sangre muy difíciles de obtener son: O Negativo, y la de tipo AB”.
La también médico cirujana expone que se cuenta con una estadística en México sobre el grupo de sangre que predomina. “Se trata del A Positivo y el O Positivo con una estadística aproximada de 36%, y uno menor que es el O Negativo con 7%", al tiempo que sugiere a la población en general a que conozca su grupo sanguíneo.
De acuerdo con Rocío Valdez, las causas de resistencia a este gesto solidario se manifiestan, incluso, estadísticamente: falta de información, por situaciones médicas, pero sobre todo por creencias y mitos.
"Aunque en general todo esto está enmascarado por el miedo a una venopunción, y por lo que pueda suceder después; eso se reduce a falta de información”, apunta.
Señala que "ekñl miedo también puede ser un motivo, aunque debemos saber que la sangre es un tejido que se regenera. El volumen total que donamos se reestablece entre 4 y 5 horas. Los glóbulos blancos en 12 horas, las plaquetas en 3 días, y los que llevan más tiempo son los glóbulos rojos que tardan 7 semanas” .
La también Premio Nacional “Isabel Cendala y Gómez” 2013, que otorgaba la Secretaría de Salud a la Mejor Enfermera del Año, precisa que entre una donación y otra deben transcurrir de 3 a 4 meses, por lo que una persona sana podría llevarlo a la práctica 3 veces en un año.
Los cuidados posteriores deben incluir alimentación rica en hierro, proteínas y restitución de líquidos vía oral, además de tener reposo relativo.
Los mitos más comunes para evitar donar según Valdez Labastida, son: ingesta de algún medicamento, cuando sí se puede realizar dependiendo del tipo de este, incluso al estar bajo tratamiento antihipertensivo.
Otro es haber padecido hepatitis. “Esta enfermedad generalmente cuando la contraemos de pequeños es de tipo A, lo que sí es compatible con la donación”.
Fumar, estar en periodo menstrual, incluso hablar de tatuajes y piercings deben impedirlo con seguridad. “Si ya han transcurrido 6 meses desde tu último tatuaje, y en el caso de los piercings si te lo practicaron en un sitio con adecuadas medidas sanitarias pueden pasar incluso 12 horas para que puedas donar”, asegura.
La académica informa que la tasa de donación por cada mil habitantes en México, según el Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea en 2020 fue de 6.8, y de esta cifra solo 3% fueron donadores altruistas.
Agrega que la Organización Mundial de la Salud esperaría que para 2024, por lo menos 1% de la población donara. Somos 128 millones de habitantes, deberíamos tener -por lo menos- un millón 280 mil donantes.
A nivel mundial, los países de altos ingresos económicos tienen 32.6 por ciento de tasa por cada mil habitantes
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