La gobernadora de Arizona ordenó el despliegue de personal de la Guardia Nacional de Estados Unidos en la frontera con México, con el fin de apoyar a las autoridades migratorias en la tarea de frenar el flujo de migrantes que buscar pasar ilegalmente a territorio norteamericano.
Los miembros de la Guardia serán desplegados en varios lugares a lo largo de la frontera sur, incluyendo cerca del puerto de Lukeville y el cruce de San Miguel.
En un comunicado, la gobernadora Katie Hobbs informó que tomó la decisión días después de enviar una carta al presidente Joe Biden dónde solicitaba en se reasignara a la Guardia Nacional de Arizona para reabrir el puerto de entrada de Lukeville, cruce fronterizo clave para el comercio y la economía del estado.
Dicho paso fue cerrado por orden del gobierno federal hace unos meses. La demócrata afirmó que "una vez más, el gobierno federal se niega a hacer su trabajo para asegurar nuestra frontera y mantener nuestras comunidades seguras".
Señaló que con la Orden Ejecutiva, adoptaba estoy medidas donde el gobierno federal no lo hará, y sostuvo que "Arizona necesita recursos y mano de obra para reabrir el cruce de Lukeville, gestionar el flujo de migrantes y mantener una frontera segura, ordenada y humana".
Añadió Hobbs que "a pesar de las continuas peticiones de ayuda, la administración Biden se ha negado a entregar recursos desesperadamente necesarios a la frontera de Arizona".
Lla oficina de Hobbs digo que la administración Biden no ha respondido a la solicitud de la gobernadora para el reembolso de los gastos de seguridad fronteriza, y mencionó que la gobernadora se reunió con el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo para abordar el tema de la seguridad en la frontera.
Para Hobbs, "la crisis en la frontera es inaceptable. Necesitamos que el gobierno federal dé un paso adelante, haga su trabajo y traiga seguridad y estabilidad a la frontera".
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