Noland Arbaugh es el primer ser humano al que le fue colocado un implante cerebral creado por la empresa Neuralink de Elon Musk, concedió una entrevista en la que platicó sobre su experiencia y cómo el dispositivo ha cambiado su vida desde enero pasado que le fue colocado.
Arbaugh, de 30 años de edad, participó en un diálogo con el pódcast 'Hard Fork', y comentó que la cirugía duró "menos de 2 horas" todo transcurrió mejor de lo esperado, su recuperación fue breve y exitosa, y no tuvo que tomar un solo analgésico de los que le recetaron.
Explicó que "todo fue muy sencillo. La peor parte fue que no pude ducharme los primeros días porque la incisión tenía que cicatrizar, pero aparte de eso, el proceso de recuperación fue muy fácil. No tuve ningún dolor en absoluto".
Refirió que pasaron solo 2 horas luego del procedimiento, y comenzó a probar el chip de Neuralink. Detallando que su cerebro fue enlazado a una pequeña tableta a través de la tecnología Bluetooth del implante. En la pantalla le mostraron un "montón de canales" que correspondía a cada electrodo en su cerebro, encargado de recoger los procesos de activación neuronal.
El implante funciona leyendo las señales cerebrales del usuario y traduciéndolas a comandos remotos basados en Bluetooth para controlar un dispositivo electrónico. Esta interfaz cerebro-computadora inalámbrica permite a Noland, quien sufre de cuadriplejía, controlar el cursor de un ordenador o cualquier otro dispositivo similar con sus pensamientos.
Confiesa que al principio fue difícil ya que el algoritmo del implante tuvo que "aprender" a entender las señalas que su cerebro intentaba transmitir. Aunque los movimientos no son "tan rápidos" como los que puede lograr una persona manejando un 'mouse' con la mano, Noland cree que con más práctica, y algunos ajustes en el 'software', en los próximos meses mejorarán sus habilidades y podrá ser mejor que la mayoría de la gente con el cursor.
Platicó en la entrevista que una vez se quedó dormido 5 minutos mientras usaba el implante y cuando despertó había cerca de una decena de aplicaciones abiertas en la computadora. "Puedes desactivar el cursor para que eso no suceda, pero yo no lo hice", dijo.
Explicó al medio que puede conectarse y desconectarse a voluntad del chip de Neuralink y que tiene sesiones estructuradas diarias, de cuatro a ocho horas, con un equipo de la interfaz. Esto les permite a los expertos aprender nuevas cosas sobre su funcionamiento, detectar errores, buscar soluciones y ayudar a mejorarlo.
Noland es fanático de los videojuegos y el implante de Neuralink le ha permitido pasar muchas horas en sus juegos favoritos, y aunque ha pedido que se le otorguen otras tareas, los especialistas le insisten en que se dedique a hacer lo que más le guste.
Asegura que lo que más agradece es la "independencia" que le ha dado el dispositivo porque le ha cambiado la vida a él y a sus padres en estos últimos meses. Su calidad de vida ha mejorado y se ha vuelto una persona más productiva. (RT)
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