Luego de que el presidente ecuatoriano Daniel Noboa decretara en enero pasado el estado de conflicto armado interno, a raíz de una espiral de violencia generada por bandas criminales, la ONG norteamericana estadounidense Human Rights Watch denunció que se registra en ese país una serie de violaciones a los derechos humanos sin que los responsables sean llevados ante la justicia.
El grupo de defensa de los derechos humanos envió una carta enviada al presidente Noboa, donde cuestionó la existencia de un conflicto armado interno que “parece carecer de sustento legal”.
Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de HRW, señaló que tal situación ha contribuido a “serias violaciones de los derechos humanos por las fuerzas de seguridad”, que incluyen al menos una presunta ejecución extrajudicial y casos de detenciones arbitrarias, malos tratos y falta de procesamiento judicial de unos 13 mil detenidos.
Noboa decidió suscribir el estado de conflicto armado interno para enfrentar a los grupos criminales, en medio de una crisis de violencia, que incluyó la fuga de la cárcel de líderes criminales y la toma el 9 de enero por encapuchados armados de un canal de televisión estatal.
Entonces el gobierno identificó a 22 bandas del crimen organizado, a los que calificó de terroristas, y autorizó la acción de fuerzas armadas y la policía, lo mismo en las calles y en las cárceles, consideradas por la policía como centros de mando del crimen organizado.
En un caso documentado por Human Rights Watch, militares mataron el 2 de febrero en Guayaquil a Carlos Javier Vega, de 19 años, e hirieron a su primo Eduardo Velasco. Las Fuerzas Armadas dijeron que los jóvenes habían intentado “evadir el control, embistiendo a personal militar” y los calificó de “terroristas”.
En cuanto a la situación en las cárceles, HRW asegura que los militares que controlan las cárceles ecuatorianas desde enero, han mantenido incomunicados a detenidos, obstaculizando en ocasiones su derecho a consultar con abogados o a obtener asistencia médica.
Los homicidios en Ecuador aumentaron un 574,30% entre 2019 y 2023, lapso en el cual las muertes violentas subieron de 7 a más de 47 por cada 100 mil habitantes, citando cifras del Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado.
Según el gobierno a raíz de su política, los homicidios bajaron 27%, aunque la policía ha registrado este año mil 875 asesinatos hasta el 11 de mayo, en tanto que secuestros y extorsiones también se han incrementado.
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