Denuncian uso de niñas y niños influencers para publicitar productos chatarra
- Información 25
- 9 feb 2023
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La industria de la comida chatarra ha encontrado una nueva forma de publicidad persuasiva a través de las y los influencers que promocionan comida chatarra y bebidas endulzadas en las redes sociales.
En estos espacios sin regulación, empresas, agencias de publicidad e influencers violan el principio de autenticidad de la publicidad que establece como derecho tener claro cuándo las y los consumidores se encuentran expuestos a un acto publicitario.
Esto denuncia la asociación civil de protección al consumidor digital Tec-Check, en cooperación con El Poder del Consumidor, luego de una investigación titulada #ChatarraInfluencer que documenta 8 campañas publicitarias de Danonino, KFC, Jumex, Kellogg’s, Nestlé, Snickers, Coca-Cola y Bimbo en el periodo de septiembre 2021 a enero 2022.
Señala que durante este periodo, se realizó un registro sobre la publicidad de comida chatarra a través de influencers, principalmente en Instagram y parcialmente en TikTok y Facebook; se revisaron mensajes, hashtags y modos de operación de las campañas.
Explica que se pudo identificar como ejemplo grave la aparición de influencers infantiles que se dirigen a sus pares ofreciéndoles productos de baja calidad nutricional, a pesar de que estudios han demostrado que “los niños y adolescentes, debido a su falta de madurez y desarrollo cognitivo, son más vulnerables a ser persuadidos por factores como la promoción y publicidad”.
En el estudio destaca también el uso de figuras con cierto rol dentro de las familias como el de las madres, que aparecen como imagen recurrente en la publicidad de comida chatarra. Asimismo, la industria hace uso de personalidades en el ámbito de videojuegos o deportes.
Precisa que en esta estrategia de mercado, las y los influencers juegan un rol primordial debido a que gozan de confianza y admiración de sus seguidores, construyen una relación cercana con su audiencia al compartir periódicamente su vida personal, opiniones y experiencias; difícilmente se puede identificar que lo que se comparte en sus redes se trata de publicidad.
Así, las empresas pagan para que se generen opiniones favorables sobre sus productos y se reproduzcan de la manera más natural posible. Esa estrategia de marketing ha logrado sobrepasar el control de padres y reglas asignadas a medios tradicionales para dirigirse de forma directa a su grupo objetivo: la población consumidora más vulnerable.
Mientras en otros países se han hecho avances para transparentar la publicidad a través de influencers, la industria en México actúa en un contexto anárquico y paralelo a todas las reglas y normas que se aplican para medios tradicionales, como la televisión o radio.
Una solicitud de información, realizada por Tec-Check, muestra que la PROFECO sólo monitoreó a 8 cuentas de Instagram y ni una sola de TikTok en 2022. Por su parte, El Poder del Consumidor informó que en el Consejo Consultivo de PROFECO se conformó ya un grupo de trabajo para regular este tipo de publicidad.
Con la publicación de esta investigación se lanza también el Observatorio Ciudadano de Publicidad Engañosa de Influencers. Una plataforma desarrollada por los autores del estudio para documentar campañas de publicidad engañosa e impulsar una discusión pública sobre la responsabilidad de las y los influencers y empresas











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