
La Oficina de la ONU para los Derechos Humano afirma este martes que la nueva ola de violencia en Siria, y en específico en su zona costera, la costa siria con saldo de más de mil personas muertas, registró “ejecuciones sumarias” por parte de elementos afiliados al régimen del depuesto Bachar al Asad, así como de quienes apoyan a las autoridades transicionales.
De acuerdo con el portavoz de la Oficina Thameen Al-Kheetan, “en algunos casos familias enteras, incluyendo mujeres, niños y personas no combatientes, fueron asesinados en ataques que se dirigieron particularmente contra ciudades y poblaciones alauitas, una rama del islam chií a la que pertenece la familia de Al Asad.
De acuerdo con el vocero, la oficina que encabeza el alto comisionado Volker Türk ha verificado hasta ahora la muerte de 111 personas en los incidentes, aunque otras organizaciones, como el observatorio Sirio de Derechos Humanos, elevaron este la cantidad de víctimas a mil 093. Al-Kheetan menciona que “de acuerdo con muchos testimonios recogidos por nuestra oficina, los perpetradores de los crímenes fueron casa por casa preguntando a los residentes si eran alauitas o sunníes antes de decidir si los asesinaban o no”.
“Algunos supervivientes nos contaron que mataron a muchos hombres frente a sus familias», afirmó el funcionario en rueda de prensa, indicando que los días 6 y 7 de marzo, personas armadas supuestamente afiliadas a las antiguas fuerzas de Al Asad irrumpieron en hospitales de Latakia, Tartús y Baniyas, donde se enfrentaron a fuerzas afines a las autoridades, causando decenas de víctimas entre pacientes, médicos y estudiantes de medicina.
Dijo también que “otros abusos denunciados en los últimos días han incluido saqueos de domicilios y tiendas por parte de personas anónimas que se aprovecharon del caos”.
El alto comisionado urgió a que los responsables de estos crímenes respondan ante la justicia, y recibió con satisfacción el inicio de investigaciones sobre estos sucesos por parte de las autoridades de transición.
Las fuerzas sirias iniciaron el 6 de marzo una operación contra milicianos alauitas en las provincias costeras de Latakia y Tartús en respuesta a una emboscada y ataques a gran escala contra efectivos militares. El comité creado por Damasco para investigar la violencia de los últimos días aseguró que trabaja con total “transparencia e independencia” y que ningún implicado en haber cometido violaciones de derechos o asesinatos escapará del castigo, advirtió en conferencia de medios el portavoz del comité, Yaser Farhan.
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