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  • bambarito59

¿Cuál es la mejor temperatura para que tengamos un sueño confortable?


El mejor sueño que podemos tener quizás es aquel que es corrido, no es interrumpido por nada y nos hace despertar con la pila más que cargada: sin embargo, el sueño inquieto, interrumpido o escaso es un problema para muchas personas, cosa que aumenta cuando hace calor por la noche.


Un nuevo estudio analizó los patrones de sueño de las personas en sus viviendas, con lo que pudo entender mejor los aspectos que afectan la calidad del sueño. Se menciona, como en muchos casos, el impacto del cambio climático, toda vez que un pequeño aumento de temperatura tiene impacto en la salud humana.


Dormir mal puede tener consecuencias en nuestra salud física y mental, cambia la forma en que vemos o tratamos a las personas y afecta nuestras relaciones.


Datos históricos y estudios paralelos muestran que los aumentos de temperatura en el pasado probablemente alteraron los patrones de sueño, y un mayor calentamiento puede afectar el sueño de muchas más personas.


Una investigación realizada en Boston con un grupo de 50 voluntarios mayores de 60 años concluyó que el rango de temperatura óptimo para el sueño más reparador para adultos mayores es de entre 20 y 25 °C. Los participantes tenían sensores de temperatura y humedad del aire interior en sus habitaciones, además de que usaban un dispositivo en forma de anillo por la noche para observar su sueño, temperatura de la piel, frecuencia cardíaca y movimiento.


Cuando las temperaturas subieron de 25 °C a 30 °C, la cantidad de tiempo que pasan dormidos luego de entrar en su cama para cerrar los ojos de los participantes del estudio, se redujo en 10%., que no es un porcentaje insignificante, ya que otras investigaciones han mostrado que una caída del 10% en la eficiencia del sueño es suficiente para afectar el rendimiento cerebral, aumentar estrés, ansiedad y fatiga, amén de afectar el control del nivel de azúcar en la sangre al día siguiente.


Los investigadores recolectaron datos de casi 11 mil noches de sueño y datos ambientales para analizar. Aunque las temperaturas entre 20 y 25 °C promovieron el sueño más reparador, el estudio encontró una diferencia entre las personas, lo que significa que cada uno tiene su propio rango de temperatura óptimo para dormir, que incluso puede variar con el tiempo.


Con las noches cada vez más cálidas a medida que la temperatura del planeta aumenta, los hallazgos de este estudio respaldan medidas para mejorar el confort térmico de las viviendas, especialmente las residencias de ancianos y las viviendas públicas. Al mismo tiempo, se necesita encontrar soluciones más allá del aire acondicionado, como pinturas reflectantes y otros materiales de construcción.


Los científicos sugieren hacer pequeños ajustes en el entorno personal utilizado para dormir con el fin de optimizar el sueño, como mejorar el flujo de aire y optar por ropa de dormir liviana. Incrementar el confort térmico del edificio en sí podría marcar una gran diferencia, aunque es más difícil y costoso. Los participantes del estudio vivían en una variedad de hogares, desde pequeños apartamentos subsidiados por el gobierno hasta casas unifamiliares privadas.


Del mismo modo, las personas que residen en viviendas sociales y los inquilinos que viven en edificios más antiguos, que suelen estar mal aislados del calor y el frío, igualmente necesitan ajustes en sus hogares para mantenerse cómodos a medida que las temperaturas aumentan día y noche en ciudades alrededor del mundo.


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