La decisión de los organizadores de los torneos de Wimbledon de suspender a los tenistas rusos y bielorrusos es el centro de las críticas por parte del serbio Novak Djokovic, criticó este miércoles, a casi 2 meses del estallido de la invasión rusa en Ucrania
Los organizadores de Wimbledon tomaron la determinación de negarle la posibilidad de participar a rusos y bielorrusos entre los que destacan sin duda los nombres de Daniil Medvedev y Viktoria Azarenka..
Afirmaron ayer que en las circunstancias actuales, "sería inaceptable que el régimen ruso obtuviera algún beneficio de la participación de jugadores rusos o bielorrusos en The Championships", sin aclarar con precisión en qué constaría dicho beneficio.
Novak dijo que "siempre condenaré la guerra, siendo un 'hijo de la guerra'. Todos sabemos lo que ocurrió en Serbia en 1999, conozco el trauma emocional que puede dejar."
Pero precisó que "sin embargo, no puedo apoyar la decisión de los organizadores del torneo de Wimbledon, me parece una locura", y agregó en rueda de prensa que "los tenistas no tienen nada que ver con la acción militar. Cuando la política interfiere en el deporte, no da buenos resultados", quizás metiendo en el mismo saco lo que le ocurrió a principios de año en Australia, donde quiso jugar el abierto de Melbourne a costillas de pasar por encima de las leyes locales que impedían el ingreso al país a extranjeros no vacunados contra el coronavirus
Esta vez se trata de un conflicto armado, y los perjudicados serán no solo los jugadores marginados, sino también los aficionados.
