Los ataques aéreos y las operaciones terrestres israelíes en el campo de refugiados de Yenín, que han causado la muerte de al menos 12 palestinos, pueden constituir un crimen de guerra, han declarado expertos de la ONU. Las operaciones “constituyen violaciones atroces del derecho y las normas internacionales sobre el uso de la fuerza y pueden constituir un crimen de guerra", dijeron los expertos. Entre el 3 y el 4 de julio, las fuerzas israelíes mataron al menos a 12 palestinos, entre ellos 5 niños, e hirieron a más de un centenar, en una de las mayores operaciones militares en años. Los ataques del ejército israelí obligaron a huir a miles de palestinos y dañaron infraestructuras, casas y edificios de apartamentos en Yenin. "Los ataques fueron los más feroces en Cisjordania desde la destrucción del campo de Yenín en 2002", afirmaron los expertos de la ONU. Señalaron múltiples informes sobre ambulancias a las que se impidió acceder al campo de refugiados para evacuar a los heridos. Los expertos afirmaron que "la impunidad de que ha gozado Israel” durante décadas “no hace sino alimentar e intensificar el ciclo recurrente de violencia" y pidieron que el país rinda cuentas por su ocupación ilegal y sus actos violentos para perpetuarla. "Para que esta violencia incesante termine, la ocupación ilegal de Israel debe terminar. No puede corregirse ni mejorarse en los márgenes, porque está mal hasta la médula", aseveraron.
