Bajo crecimiento económico 2025 en América Latina y el Caribe, dice CEPAL: México, 0.3%
- Información 25
- 5 ago
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En la presentación de su nueva edición del informe anual Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2025. Movilización de recursos para el financiamiento del desarrollo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe señala que la región continúa en un prolongado período de bajo crecimiento.
El organismo regional estima que el producto interno bruto (PIB) real crecerá en promedio 2,2% en 2025 y 2,3% en 2026, manteniendo las tasas registradas en 2023 y 2024.
Destaca que las nuevas proyecciones para 2025, representan una leve revisión al alza respecto a las publicadas por el organismo en abril pasado (2%), explicada por un mejor desempeño del PIB en el primer trimestre del año.
En América del Sur se prevé una expansión del 2,7% este año por encima del promedio regional, sustentada principalmente en la recuperación de Argentina y Ecuador, el repunte del crecimiento en Colombia y la sólida expansión de Paraguay. Sin embargo, en el resto de los países de la subregión, se anticipa una desaceleración respecto a 2024.
Para 2026, el crecimiento de América del Sur volvería a moderarse, alcanzando un 2,4%.
En Centroamérica y México, el crecimiento proyectado para 2025 es de 1%, casi la mitad de la expansión de 1,8% registrada en 2024, a causa del debilitamiento de la demanda externa, especialmente desde Estados Unidos.
Para nuestro país se establece un crecimiento económico para este 2925 del orden del 0.3%.
Países como Guatemala, Panamá y República Dominicana mostrarán, sin embargo, un desempeño más dinámico, con tasas superiores al 3,5%, gracias al empuje del sector servicios, el consumo privado y las remesas.
Para 2026, se anticipa una leve recuperación al 1,7%, aunque la subregión seguirá siendo altamente vulnerable a choques externos por su dependencia estructural de la economía estadounidense en los ámbitos comercial, financiero y migratorio.
En el Caribe (excluyendo a Guyana), se proyecta un crecimiento del 1,8% en 2025 y 1,7% en 2026, una desaceleración respecto a 2024, que se explica por el menor crecimiento del PIB de Estados Unidos, y la reducción de la demanda de servicios turísticos, además de la menor demanda global de servicios.
La subregión sigue enfrentando altos costos de importación de energía y transporte, así como una marcada exposición a desastres naturales, factores que afectan su posición externa y nivel de endeudamiento. En contraste, Guyana mantendría tasas de crecimiento elevadas, gracias a la continuidad de las inversiones en el sector hidrocarburos.
El escenario macroeconómico para 2025-2026 estará marcado por un menor dinamismo de la demanda agregada interna. El entorno macroeconómico regional estará caracterizado por una débil demanda interna, en particular por la desaceleración del consumo privado. Además, las perspectivas internacionales se mantienen desfavorables, limitando el impulso externo para el crecimiento regional.
El informe señala que, para el período 2025-2026, la balanza de pagos de la región seguirá siendo impactada por distintos riesgos, tales como el agravamiento de los conflictos geopolíticos, la volatilidad de los precios de los productos básicos y la desaceleración sincronizada de las principales economías del mundo.
En consonancia con la dinámica de la actividad económica, la CEPAL espera que el crecimiento del empleo se mantenga bajo en las economías de la región en 2025 y 2026. En este escenario, la tasa de desocupación se estabilizaría en torno al 5,6%. Si bien se anticipa una leve reducción en la informalidad y en las brechas laborales entre hombres y mujeres, estos indicadores permanecerían en niveles elevados.
En suma, el informe advierte que el panorama global y regional para 2025 y 2026 está sujeto a una elevada incertidumbre. La dinámica de crecimiento de las economías de la región podría deteriorarse a causa de un aumento de los riesgos globales.











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