Todavía son muchos los vecinos de la alcaldía Benito Juárez que sufren por la presencia de agua con olor a combustible en las tuberías que van hacia sus hogares, y, al menos en el último balance que hizo el gobierno de la capital, el problema tiende a solucionarse paulatinamente
El gobierno de la Ciudad de México sigue atendiendo la problemática del agua reportada por vecinos de la zona norponiente de la Alcaldía Benito Juárez, y el líquido que se distribuye en dicha región no representa riesgos graves para la salud de la población
Esto aseguró anoche el jefe de gobierno Martí Batres, quien explicó que ello se basa en diversos estudios y análisis de particulares, universidades, instancias oficiales y laboratorios de alta especialización
Sin responder preguntas, el gobernante hizo un balance de lo ocurrido con el agua desde hace varios días en una zona específica de esa alcaldía y señaló que la fuente donde se originó el problema ya fue cerrada, el Pozo Alfonso XIII y que por ello, ya no se está distribuyendo agua de ese pozo a ninguna colonia.
El funcionario local estableció que los reportes recogidos viernes y el sábado permiten informar que el olor reportado la semana pasada ya no se percibe en varios domicilios, y que si el olor persiste en otras casas, es porque aún no se ha desalojado totalmente el agua afectada de tuberías y cisternas de casas y edificios.
En todo caso, el olor reportado ya empezó a irse, aseguró Batres Guadarrama.
De igual manera, dijo que los reportes confirmados de agua con el olor no se han extendido a otras colonias, y que en las mil 500 muestras que se tomaron en domicilios y se analizaron en laboratorios, no aparece ningún elemento que altere la composición general y constante del agua de la red hidráulica.
Apuntó además que a la misma conclusión han llegado otro tipo de actores, entes, personas, empresas e instituciones, y se puede advertir que no hay ningún elemento que altere la composición general del agua, pues estudios públicos y privados de calidad de agua, lo confirman.
Mas aún, Batres expuso que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México realizó nuevas pruebas para conocer la causa del olor que presentaban las muestras, y se concluyó que había presencia de una sustancia que pertenece a la familia de aceites y lubricantes en bajísimos contenidos
Precisó el Jefe de gobierno que, a pesar de la baja concentración detectada en el agua de esta sustancia, puede generar irritación en la piel, principalmente en personas sensibles y/o con antecedentes de alergias. A quienes han presentado irritación en la piel se les ha pedido no utilizar el agua para bañarse, aunque no representa riesgo mayor o grave a la salud.
De cualquier manera, puntualizó que han recomendado no beber agua de la llave, ni la almacenada en cisternas y tinacos que no se han lavado, pidiendo a las y los vecinos beber, cocinar alimentos, lavarse los dientes y que el agua que destinen a sus mascotas con agua embotellada.
El agua almacenada en tinacos y cisternas puede usarse para el lavado de pisos, patios, vehículos y descargas sanitarias, y también es importante lavar las cisternas y tinacos con jabón desengrasante.
Aseguró que la red hidráulica va a ir regresando a la normalidad, se tienen reportes en los que tomas de agua donde salía el agua con olor, ya no sucede eso, y que el Gobierno de la Ciudad de México realiza el lavado de cisternas, distribución de agua en garrafones y atención médica.
Añadió que el Gobierno de la Ciudad de México ha solicitado a varias dependencias federales, continuar con las investigaciones técnicas correspondientes, y se ha solicitado a la Fiscalía General de Justicia capitalina realizar las indagatorias conducentes, sin descartar ninguna hipótesis.
Por si parte, el director general de Pemex logística, Javier González del Villar, informó que Petróleos Mexicanos también realizó nuevas pruebas de agua en la Benito Juárez, y determinó la presencia de una mezcla de diferentes aceites y otros componentes degradados, confirmando que se trata de una sustancia perteneciente a la familia de los aceites y los lubricantes.
Finalmente, hizo pruebas de hermeticidad y de inspección interior en el ducto de nuestra empresa, que pasa a 500 metros del Pozo Alfonso XIII, sin encontrar fisura, filtración o toma clandestina alguna.
