El ejército de Israel anunció una operación en el hospital Al Shifa, en Ciudad de Gaza, y en un comunicado, precisó que "la operación se basa en informaciones sobre el uso del hospital por parte de terroristas de alto rango de Hamás".
Testigos en el lugar confirmaron bombardeos en la zona gazati de Al Rimal, donde se encuentra el centro médico más grande de la Franja de Gaza. Los habitantes de la zona afirmaron que un número importante de tanques y vehículos blindados de transporte de tropas israelíes ingresaron al barrio de Al Rimal.
Algunos reportaron "combates" en la zona, y el ejército judío advirtió a los residentes mediante altavoces que se quedarán sus casas, mientras que drones disparaban a la gente en las calles cercanas al hospital.
Según el vocero de las Fuerzas de Ofensa de Israel, Daniel Hagari, la operación siguió a "información concreta que exigía una acción inmediata", y puntualizó que "sabemos que altos terroristas de Hamás se han reagrupado en el hospital Al Shifa y lo utilizan para dirigir atentados contra Israel".
Fuentes de Hamás afirmaron que el hospital Al Shifa fue "bombardeado" y que en su interior había "decenas de miles de desplazados", a lo que el ejército israelí respondió que sus soldados "fueron instruidos sobre la importancia de actuar con prudencia y de tomar medidas para evitar herir a los pacientes, civiles y personal médico".
Por otro lado, ol Gabinete de Guerra de Israel acordó este lunes enviar una delegación a Doha para negociar con Hamás a través de los mediadores Catar, Egipto y Estados Unidos, sobre una tregua temporal en Gaza y el intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos.
Al frente de la delegación va el director del servicio de inteligencia Mosad, David Barnea, aunque habrá decisiones que deberán ser aprobadas por el primer ministro Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Será la primera vez que un equipo de Israel y otro de Hamás participen en las negociaciones indirectas desde el inicio del Ramadán, luego de que fracasaran los intentos de mediadores de sellar un pacto previo al mes sagrado musulmán.
Israel ha descartado un alto el fuego permanente e insiste en que reanudará su objetivo de destruir a Hamás una vez concluya cualquier acuerdo de tregua.
El Gabinete de Guerra y el Gabinete de Seguridad se reunieron anoche para analizar la reanudación de las negociaciones, mientras miles de personas protestaban en paralelo en Jerusalén frente a la residencia del primer ministro, y en la capital Tel Aviv, exigiendo un acuerdo para liberar a rehenes y la renuncia de Netanyahu
