Aseguran que estos 3 alimentos van a frenar el avance tumoral
- bambarito59
- 29 abr
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La ciencia ha mostrado que ingredientes comunes como la cúrcuma, el brócoli y el té verde no solo son nutritivos, sino que también pueden funcionar como protectores naturales de la salud.
Estos alimentos, a primera vista simples, combaten células cancerosas con estrategias que han generado entusiasmo entre los investigadores.
Uno es la cúrcuma, especia dorada que da vida al curry, y debe su tono a un compuesto llamado curcumina. Estudios revelan que este compuesto silencia las señales inflamatorias que los tumores usan para crecer, asfixia al cáncer bloqueando la proliferación de vasos sanguíneos que lo alimentan, y potencia el efecto de la quimioterapia según estudios preliminares.
No cura, pero la curcumina podría ser aliado clave en tratamientos pues neutraliza radicales libres dañinos, frena el crecimiento de bacterias como la 'Helicobacter pylori' (vinculada al cáncer de estómago) y 'apaga' proteínas que las células cancerosas necesitan para sobrevivir, como la NF-kappa B oy la AP-1.
Es segura incluso en dosis altas (hasta 10 gramos diarios), aunque su gran desafío es la absorción. Aquí entra un truco de cocina: añadir pimienta negra. La piperina de la pimienta multiplica por 2 mil la biodisponibilidad de la curcumina, transformando una pizca en su sopa o batido en potente escudo anticancerígeno.
Otro alimento es el brócoli, especialmente sus brotes, esconden el sulforafano, compuesto rico en azufre que actúa como guardaespaldas, activando genes que desintoxican los carcinomas y atacan con precisión quirúrgica a las células madre del cáncer, responsables de que los tumores resurjan.
Además, en ensayos clínicos demostró ser un rival para la 'Helicobacter pylori'. Para liberar todo su poder, hay que cortar el brócoli y dejarlo reposar 30 minutos antes de cocinarlo. Este simple paso activa enzimas que potencian su efecto protector.
Finalmente el té verde es de gran ayuda con el EGCG, es un polifenol que altera el metabolismo de las células cancerosas, bloquea enzimas que usan para invadir tejidos sanos y frena la formación de nuevos vasos sanguíneos. ahogando su crecimiento, y lo que es más importante, lo hace principalmente en las células cancerosas o precancerosas, dejando indemnes a las células sanas.
En hombres con lesiones precancerosas en próstata, el extracto de té verde redujo drásticamente el riesgo de cáncer. Y para quienes toman 3 tazas diarias, estudios sugieren un menor riesgo de cáncer de mama. Pero atención, no todas las infusiones son iguales: para maximizar el EGCG sin amargor, el té debe infusionarse a 80°C durante 3-5 minutos.
La curcumina ayuda al organismo a absorber el EGCG con mayor eficacia. Juntos, en una infusión o dieta, no solo combaten el cáncer, sino que también ayudan a controlar el colesterol y las grasas en la sangre. El sulforafano del brócoli y la cúrcuma, por su parte, atacan juntos la inflamación y el estrés oxidativo, dos pilares del cáncer. Los científicos lo llaman un 'cóctel natural preventivo', aunque advierten que aún faltan ensayos en humanos para confirmar su impacto real.
Mientras los estudios se desarrollan, podemos tener en nuestra dieta cambios pequeños pero con gran impacto, como sustituir el café por el té verde por las mañanas, añadir cúrcuma a los huevos del desayuno (con una pizca de pimienta negra) o añadir brotes de brócoli en las ensaladas. Estas acciones, arraigadas en tradiciones milenarias y respaldadas por la ciencia moderna, podrían ser su contribución diaria a una defensa activa contra el cáncer.
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