Las últimas revelaciones sobre los hechos del pasado 8 de enero, cuando miles de seguidores de Jair Bolsonaaro asaltaron las sedes de los poderes federales mostraron que su antecesor, coordinó un intento de golpe de Estado en Brasil, afirma el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Durante su transmisión de los lunes en redes social, Lula dijo que "ya está probado que los fascistas intentaron dar un golpe coordinado por el expresidente que ahora intenta negarlo, pero que, cuando perdió las elecciones, se encerró en casa para preparar el golpe”.
El izquierdista destacó que la Justicia seguirá investigando lo que pasó en Brasilia una semana después de que asumió el poder, y señaló que todo mundo tendrá posibilidades de defenderse, pero que los responsables serán sancionados ejemplarmente.
Sostuvo que no vamos a aceptar que las personas intenten dar un golpe y destruyan la democracia de nuestro país”, al tiempo que mencionó que “vamos a investigar y quien tenga culpa, va a pagar, va a ser juzgado por la justicia común, e irá a la cárcel si ha cometido crimen.
Lula insiste en la responsabilidad de Bolsonaro, luego de que la defensa del expresidente afirmara el pasado viernes en un comunicado que “jamás” participó en intentos de golpe, en medio de las sospechas de la participación del capitán de la reserva del Ejército en posibles conspiraciones golpistas, luego de que la Corte Suprema divulgara documentos comprometedores.
Dichos mensajes fueron hallados por la Policía en el teléfono móvil del teniente coronel Mauro Cid, antiguo edecán de Bolsonaro y detenido por presuntos fraudes con vacunas anticovid.
En ellos, se esboza la posibilidad de que el Gobierno declarara estado de sitio, con el argumento de hacer frente a “un orden constitucional desvirtuado por los altos tribunales”, incluído un borrador de decreto donde se invocaría una intervención militar.
El texto señalaba que “para asegurar la necesaria restauración del Estado Democrático de Derecho” y “con base en disposiciones expresas de la Constitución, se declara el estado de sitio”, dice el texto hallado en el teléfono del ex edecán.
Documentos similares ya habían sido encontrados en la casa del exministro de Justicia Anderson Torres, también cercano a Bolsonaro y quien está en prisión domiciliaria por su presunta participación en la asonada.
