La Cámara de Diputados prácticamente concluyó con tu periodo de 3 años en San Lázaro, y lo hizo casi igual que como inicio en 2021, con enconos, desacuerdos, leyes cuestionadas por su proceso de discusión, amenazas, ofensas, y de nueva cuenta, las advertencias opositoras de acudir a su poderoso y flamante aliado: el poder judicial.
Los diputados cierran su actividad aprobando con la mayoría de Morena y sus aliados, reformas a la Ley de Amparo y a la Ley de Amnistía, quitando atribuciones al cuestionado Poder Judicial.
Los 2 dictámenes fueron procesados en lo general y se desecharon todas las reservas presentadas por la oposicion.
El proyecto de Ley de Amparo obtuvo en votación general 258 votos a favor de Morena y sus aliados del PT y PVEM; contra 213 sufragios de PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano.
Para no variar, y en una muestra más de lo dividido que está el país y el pobre nivel del debate y de nuestros legisladores, la discusión en lo general tomó más de 3 horas entre insultos y descalificaciones entre morenistas y opositores.
Las 86 reservas y propuestas de modificación al dictamen que reforma los artículos 129 y 148 de la Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución, fueron descartadas por ls mayoría.
La ley acota las resoluciones de jueces y magistrados para impedir que suspendan leyes sin un análisis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para una eventual declaratoria de inconstitucionalidad.
Otorgar un amparo va a beneficiar solo a quien lo solicite y no será extensivo.
Asimismo, la Cámara de Diputados aprobó finalmente la reforma a la Ley de Amnistía, mediante la cual el Presidente de la República tendrá la facultad de conceder la amnistía directa a personas sujetas a proceso o sentenciadas, que aporten elementos útiles para conocer la verdad en casos relevantes para el Estado.
El dictamen de la Comisión de Justicia fue avalado con 258 votos en favor por 205 en contra, y tampoco prosperó ninguna de las 71 reservas.
Lo que comenzó en 2021 concluye este mes de abril en San Lázaro: entre insultos.
