Juan Carlos Botero, uno de sus hijos del fallecido pintor y escultor Fernando Botero quien falleció el viernes pasado en Montecarlo, serán trasladados a Colombia para ser objeto de un homenaje.
El artista sudamericano murió por complicaciones de una neumonía a los 91 años de edad, y su deceso rico lugar Enel principado europeo de Mónaco, lugar donde residió en los últimos años. Su hijo Juan Carlos dijo a la emisora colombiana Blu Radio, que su padre “quería despedirse de su gente, de su pueblo” y que entre sus “últimas voluntades” estuvo tener el adiós de Colombia, donde nació en 1932. Explicó que si padre "vivía agradecido con el pueblo de Colombia porque fue su materia prima, su fuente de inspiración principal y él quería que eso se hiciera". Apuntó que "vamos a llevarlo a Bogotá y a Medellín para que la gente tenga la oportunidad de despedirse de él y que él pueda despedirse de su gente”. Estás ciudades habrían sido elegidas debido a que albergan bastantes obras del artista. Botero tuvo a sus hijos Fernando, Lina y Juan Carlos en su primer matrimonio con Gloria Zea, en tanto que su hijo Pedro, fue producto de su segundo matrimonio con Cecilia Zambrano, vástago que falleció en la infancia. Juan Carlos comentó que en los últimos años su padre sufría Parkinson, pero que no fue impedimento para que pintara, ya que dentro de los síntomas de la enfermedad no se le presentó temblor constante en sus extremidades, como sucede con otros pacientes. Luego de los homenajes en Colombia, el cuerpo del fallecido pintor y escultor debería regresar a Pietrasanta, poblado de Italia, donde realizó gran parte de su obra y donde está sepultada su esposa, Sofía Vari. Será cremado y sus cenizas colocadas al lado de su compañera sentimental, quien falleció en mayo pasado.
