El mundo empieza a ver ahora sí, la luz al final del túnel del coronavirus.
El Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud se reúne desde el jueves para deliberar sobre la situación de la pandemia de COVID-19.
Apenas el pasado mes de enero, la agencia de Naciones Unidas consideró que todavía representaba un riesgo alto, aunque se acercaba “a un punto de inflexión”.
El organismo, que declaró en enero de 2020 declaró al COVID como un asunto de emergencia de salud pública de interés internacional, se encarga también de decidir el fin de ese periodo.
El director de la OMS dijo que la bajada constante en el número de muertes ha permitido que la vida en muchos países vuelva a la normalidad, pero advirtió de que sigue habiendo incertidumbre sobre el comportamiento del virus, dado que se hacen muchas menos secuencias genéticas, y desigualdad en el acceso a tratamientos.
El doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, aseguró en la apertura de la reunión que “estamos todos hartos de esta pandemia y queremos dejarla atrás. Pero este virus está aquí para quedarse y los países tienen que aprender a abordarlo junto a otras enfermedades infecciosas”.
