Alerta de tsunami subraya importancia de los sistemas de alerta temprana
- Laura Meléndez
- hace 1 día
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La agencia de energía atómica reporta que no se han producido daños en instalaciones nucleares de Japón, luego del terremoto de magnitud 8,8 que azotó la península rusa de Kamchatka y provocó una ola gigante.
Las comunidades costeras han evacuado a terrenos más elevados o se han desplazado hacia el interior.
Los sistemas de alerta temprana se activaron durante la noche en las comunidades costeras del Pacífico después de que el sismo provocara una ola gigante que alcanzó la costa japonesa, a unos mil kilómetros de distancia, en aproximadamente una hora, informaron expertos en ayuda humanitaria.
Aunque la Agencia Internacional de Energía Atómica informó de que no hubo daños en las instalaciones nucleares de Japón tras el terremoto en Kamchatka, comunidades costeras no han querido correr riesgos.
Las alertas se enviaron minutos después del terremoto en Rusia, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR). Aunque las autoridades han rebajado el nivel de amenaza en Japón, se recomienda a la población que permanezca en los refugios hasta que disminuya el peligro de que continúen las marejadas, ya que se han registrado olas de 1,3 metros.
El profesor Fumihiko Imamura, ingeniero especializado en tsunamis de la Universidad de Tohoku, expuso que "es muy complejo; estamos observando los datos del tsunami en tiempo real, por lo que necesitamos que la gente permanezca en los refugios hasta que el tsunami haya pasado”.
En Japón, aún están frescos los recuerdos del terremoto y el tsunami de Tohoku del 11 de marzo de 2011, que causaron la muerte de más de 18 mil personas. El año pasado, el terremoto de Noto, de magnitud 7,6, dejó aproximadamente 500 muertos y dañó 150 mil viviendas. El desastre también provocó un grave accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi, lo que obligó a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares.
Los acontecimientos de este miércoles se producen en medio de informes que indican que este terremoto de Kamchakta ha sido uno de los 10 más potentes jamás registrados, por lo que las autoridades están vigilando de cerca sus efectos.
Se activaron alertas en la costa oeste de Estados Unidos, en Sudamérica desde Chile hasta México y desde Papúa Nueva Guinea hasta Vanuatu en el Pacífico.
Kamal Kishore, representante especial del Secretario General de la ONU para la reducción del riesgo de desastres, dijo que "un terremoto de magnitud 8,8 es uno muy grande”.
“A medida que se pasa de una magnitud de 8 a 9 o de 7 a 8, la fuerza del terremoto aumenta exponencialmente. Por lo tanto, un terremoto de magnitud ocho, en comparación con uno de magnitud siete, sería 30 veces más grande”, señala.
En declaraciones a Noticias ONU, Kishore destacó las enormes distancias que pueden recorrer los tsunamis, acumulando una enorme energía que luego descargan sobre las comunidades costeras.
Su avance puede ser tan rápido como el de un avión de pasajeros y puede ser rastreado por sensores de cambio de presión en aguas profundas, o tsunami metros, que están conectados a boyas de superficie que transmiten información en tiempo real a los satélites.
A continuación, los centros meteorológicos nacionales modelan estos datos, lo que influye en la emisión de alertas.
“Es una amenaza real porque los tsunamis se desplazan muy rápido de una costa a otra”, continuó Kishore. “El tsunami del océano Índico de 2004 fue uno de los más devastadores que recordamos, ya que se desplazó desde la costa de Indonesia hasta las costas de Sri Lanka en poco más de una hora”.
Además de la función de coordinación de la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres en el sistema mundial de alerta temprana, otras entidades de las Naciones Unidas que también participan activamente son la Organización Meteorológica Mundial y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO-COI).
La función de la COI es fundamental para garantizar que los países que utilizan instrumentos de seguimiento de tsunamis sigan la misma norma.
Hoy en día, una de cada tres personas, principalmente en los países menos desarrollados y los pequeños Estados insulares en desarrollo, carece de acceso a sistemas adecuados.
“Si no se comparte información sobre la observación de estos peligros, no solo en el lugar donde se han producido, sino también sobre lo que está sucediendo en los lugares intermedios del océano... no podremos advertir a nuestros ciudadanos”, subrayó.
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