Luego de los ataques aéreos de represalia realizados la madrugada de este viernes por Estados Unidos y Reino Unido contra los hutíes en Yemen, el viceministro de Asuntos Exteriores del movimiento rebelde Ansarolá, Hussein al Ezzi., aseguró que estos países "pagarán un alto precio" por sus ataques.
El presidente estadounidense, Joe Biden, justificó los ataques asegurando que se trató de una represalia a los ataques hutíes contra buques internacionales en el mar Rojo, acciones adoptadas por los yemeníes en apoyo a Palestina y de repudio a la brutal operación militar de Israel contra la Franja de Gaza.
Ansarolá declaró el pasado el 19 de noviembre que atacaría cualquier barco relacionado con Israel, como respuesta a los ataques del ejército judío contra la Franja de Gaza, y llamó a otros países a retirar sus tripulaciones de las embarcaciones involucradas, además de no acercarse a ellas en el mar.
Un mes más tarde, Estados Unidos anunció una operación multinacional denominada Guardián de la Prosperidad con la participación de más de 20 países, para hacer un frente ante los desafíos de seguridad en el sur del mar Rojo y el golfo de Adén, así como garantizar la libre navegación para y reforzar la seguridad y la prosperidad regionales.
Los hutíes, respondieron amenazando con atacar los buques de los países que participan en la operación liderada por Washington.
De acuerdo con la Central de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, fueron utilizadas más de 100 municiones guiadas con precisión para atacar más de 60 objetivos de los hutíes en 16 lugares distintos de Yemen, y agregó que la operación estuvo compuesta “por ataques aéreos y marítimos de la coalición y activos de apoyo de toda la región, incluidos aviones del Comando Central de las Fuerzas Navales de Estados Unidos y misiles de ataque terrestre Tomahawk lanzados desde plataformas superficiales y subterráneas".
