La situación bélica en Ucrania no tiene visos de detenerse, y el canciller ruso Serguéi Lavrov, declaró que si la OTAN se muestra contraria a "congelar el conflicto en Ucrania", significa que quiere la guerra, y Moscú está lista. Lavrov dijo lo anterior en una conferencia de prensa, tras participar en una reunión del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la OTSC en Minsk.
Para el canciller, si la OTAN, a través de del secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, *declara, una vez más, que está en contra de la congelación del conflicto […] en Ucrania, significa que quieren luchar, pues que luchen",
Lavrov aseguró que *estamos preparados para ello, hace tiempo que comprendemos los objetivos de la OTAN en torno a Ucrania", y "estos objetivos se han ido formando a lo largo de muchos años".
Subrayó que aunque Occidente afirma que "no está en guerra contra Rusia", ellos mismos reconocen que, "sin el suministro al régimen ucraniano de armas, inteligencia, información por satélite, establecimiento de objetivos", el conflicto en Ucrania "habría terminado hace mucho tiempo".
Por ello, agrega que "es, efectivamente, la confesión de que están directamente involucrados en la guerra híbrida, e incluso caliente, declarada contra Rusia". El jefe de la diplomacia rusa señaló que, "poco a poco, al menos en algunos políticos, en algunos politólogos y expertos occidentales se observa que hay una toma de conciencia y un entendimiento tanto de las causas reales de lo que está ocurriendo, como de lo que está ocurriendo realmente en la Tierra."
De las responsabilidades y culpas de Rusia en esta guerra, el canciller Lavrov no dijo nada.
